El invierno que creció en mi pecho.

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~Narra Trix~

Sollozaba con fuerza, escondida entre matorrales y cajas rotas. Otra vez había estado a escasos centímetros de la única persona que de verdad había amado.
Mi chaqueta estaba empapada al igual que mi rostro, que era un completo mar de lágrimas.

No podía parar.

No sabía parar.

Me quedé tumbada sobre la tinta que había dejado al caer del súper salto, mirando al cielo, como solía hacer con ella...
Dios, la amaba tanto... Y todo se había roto tan rápido...
-¿Trix?..- Abrí mis ojos al escuchar la voz de Mar, que me miraba desde encima de un par de cajas que no estaban rotas -Estaba aquí... ¿Verdad?...-
Suspiro, me levanto del suelo y cabizbaja asiento.
-No sé que hacer para no sufrir con ella Mar...- mustio, apretando mi puño con fuerza, al igual que mis ojos -Ella lo fue todo para mi...-
Siento como Mar baja a mi lado, y agarra mi mentón haciendo que la mire. Mis rojizos ojos se encuentran con su mirada preocupada. Abro mis brazos hacia ella y me abraza con fuerza, acariciando mis tentáculos lentamente.
-Tranquila, lo superarás, ella te ayudará- Me separo de ella para mirarla, esta se aleja unos cuantos pasos, pidiéndome que la siga.
-Mar, ¿a quién te refieres?- le pregunto, andando detrás de ella, mientras empezamos a escalar las cajas.
-Ya lo verás~ Te está esperando, volvamos con Tina y lo verás~- Ríe, y yo ladeo la cabeza confundida, ¿a quién habrían contratado?

(...)

Después de un buen rato caminando, llegamos al valle, donde Callie habla con alguien que no consigo distinguir. Freno en seco, desconfiada.
-¿uh?- La chica se gira, los preciosos tentáculos que tiene se ondean con el viento, y veo su dulce rostro mirándome contenta. Elena.    -¡Trix, estás aquí!-
Esta avanza hacia mi a toda velocidad para abrazarme con fuerza, mientras yo miro a las primas sonrojadas y están me sonrien cómplices.
-Elena...- mustio, devolviéndole el abrazo y sonriendo sonrojada -Si... Estoy aquí..-
-Me has asustado.. Cuando me has dicho tan fríamente que no vendrías a la quedada me había imaginado un montón de cosas malas... Pero me alegro de que estés bien-
Se había preocupado por mi... Mi sonrojo aumentó, mientras acariciaba su espalda lentamente.
-Lo siento Elena, no era mi intención, solo estaba algo mal- Esta se separa de mi, y vuelve a mirarme preocupada, haciendo un hermoso y tierno puchero -Ya estoy bien, no te preocupes-
Acaricio su mejilla, y puedo sentir como un leve calor florece en ellas, mientras se sonroja. Cierra los ojos lentamente y se apoya en mi mano, suspirando.
-Estoy agotada...- Se levanta de mi mano, y se apoya en mis pechos, todavía con los ojos cerrados -Y mañana ya tendremos que despertarnos a las siete..-
Río levemente, y la abrazo contra mi pecho, acariciando su espalda. Cuando me quiero dar cuenta, se ha quedado dormida ahí, y miro a las chicas alarmada.
-Tumbate en el sofá con ella encima! A mi me encanta hacer eso con Marie- Propone Callie, consiguiendo una risa nerviosa y sonrojada de su novia.
-Yo lo apruebo-
Miro a Elena, y me sonrojo imaginandolo. Tomo a la octoling como princesa, y me acerco al sofá. Me tumbo en el colocandola sobre mi, y esta se acomoda levemente, todavía dormida. Marie nos tapa con una manta, y besa mi frente.
-Que descanses Agente- río levemente, y asiento.
-Muchas gracias Capitana Marie-
Esta sonríe, y se retira a la cabaña con Callie, y al rato me quedo dormida, sintiendo la respiración de Elena en mi cuello.

Una Guerra De SentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora