Una Guerra De Sentimientos

Las ladronas de mi corazón

Me encantó la primera clase de psicología, y no os voy a mentir, Trix también había quedado realmente anonadada con las explicaciones del profesor. Este señor era transexual, al principio le costó aceptar que sus tetas y partes íntimas no eran lo que quería, pero acabó dándose cuenta. Pasó por tiempos malísimos, por que por aquel entonces aquello no era permitido. ¿Un octoling chica quería ser chico? Nos contaba que le llamaron de todo, pero él nunca se rindió.
A los 25 años fue el líder de las protestas ocurridas en la ciudad encontra de no dejarles ser lo que sentía, y ahora a sus 30 años era completamente feliz con su cuerpo, siendo lo que se sentía, y no lo que el mundo quiso que fuera. Su historia nos conmovió a todos, y él decidió que todos salieran del clóset en aquella clase, y había mucha gente que lo hizo, incluyendome a mi, y a Trix.

-Bien clase, después de esta primera clase de historias y revelaciones quiero saber, ¿por que os habéis apuntado a esta clase?- Casi nadie levanta la mano, y digo casi por que yo si, pero el profesor no me mira, si no a los demás, y empieza a preguntar a cualquier persona excepto a mi, sabiendo que lo mío tenía explicación, y lo de los demás seguramente era por no elegir la otra optativa.

Después de un rato en el que mis compañeros se avergonzaron de ellos mismos, la campana sonó, indicando el fin de la clase.
Trix y yo nos acercamos al profesor, y le estuvimos contando más o menos lo que pasaba y que no se desanimara, que después de contarnos su historia nos había conquistado a tod@s.

-Así no se preocupe, su clase no estará llena de desinteresados, es más, nos ha levantado el interés a todos!- comentó Trix antes de salir de la clase -Usted ha luchado mucho como para ahora desanimarse por esto, así que ya sabe, ¡no borre su sonrisa!

Mientras yo me sonrojaba, el profesor sonreía mirando a mi amiga, y acabó asistiendo.

-Muchas gracias Trix, un placer haberos conocido chicas. Que tengáis un buen día.

Entonces, Trix agarró mi mano, se despidió del profesor, y tiró de mi. No sabía a donde vamos, y de lo deprisa que iba tampoco podía girarme bien para verlo, pero de repente, sentí como volaba, pensé que Trix había utilizado el super salto, pero en la escuela no se podía, por lo que no tardé en descubrir que simplemente me había tropezado con alguien, y ahora estaba en el suelo adolorida.

- A-ay...- Me incorporo como puedo en el suelo, llevandome una mano a la espalda -¿Que ha pasado?

Abrí los ojos, para ver a dos chicas delante de mi, una de ellas era Trix, pero a la otra no la conocía.

-Perdón... Me giré un momento y entonces sentí que algo golpeaba mi pie, no tardé en ver que estabas volando por los aires por mi culpa- Se disculpó ella, mientras que me tendía la mano para ayudarme -Prometo tener más cuidado...

- Ah no, tranquila, estoy bien. No te preocupes, no me ha pasado nada - sonrío levemente mirándola -No me he roto nada y casi no me he hecho daño, además es mi culpa por ir así de rápido y no ver tu pié.

-De todos modos lo lamento, pero me alegro de que estés bien - Esta sonríe, y yo trago saliva sonrojada -Por cierto, mi nombre es Curly, encantada

-Mi nombre es Elena, un placer,bueno, ahora me tengo que ir, nos vemos luego chicas- sonreí, entonces Curly estampó sus labios contra mi mejilla y se fue sonriendo, mientras yo me quedaba atónita allí de pie, con Trix mirándome. En ese momento la reconocí, esa chica iba con nosotras a Psicología, y era bisexual.