¿Y si el universo fuese un error?

QUEDAN 3 DÍAS

*Quedan 3 días para que vengan*

Hoy es domingo. Me despierto,abro el móbil y me encuentro con una llamada perdida de Elian. Lo llamo para saber que quería:

Elian?

Que hay Abi? -contesta con tono divertido-

Es la primera vez que me llamas Abi -apunto-

Si, no te gusta?

Claro que si. Bueno, que querías?

Tengo una sorpresa para ti, puedo pasar a recogerte a las siete i media esta tarde?

Claro, hasta entonces -contesto-

"Au revoir, mon amour" -luego cuelga-

Me río de su despedida. Le gusta el francés pero lo pronuncia fatal.

Inconscientemente cojo el peluche en forma de corazón que me regalo y lo abrazo.

Mas tarde me levanto y voy con mi padre a comprar ropa. Le gusta que yo le acompañe a comprar porque dice que necesita una opinión femenina.

Pasamos medio día fuera y volvemos a las seis y media.

Al entrar de nuevo en mi casa, me visto para quedar con Elian, me peino y escondo con maquillaje algún grano de esos que salen en la pubertad y que tanto me molestan.

A las siete y media justo, Elian llama al interfono y aviso a mi padre que voy con Elian y de que no se a que hora volveré. Bajo con el ascensor, abro la puerta del edificio y lo primero que veo es a Elian el cual me mira y suelta un:

Wow, que guapa

Gracias -contesto algo sonrojada-

Entra -sonríe y señala el coche azul que hay detrás de él.

Es tuyo?

Si, te gusta?

Claro, es muy bonito -contesto y seguidamente entro- pero tu no tienes el carnet de conducir...

Lo se, pero mi tio si. Y lleva semanas enseñandome. Asi que se puede decir que sé conducir.

Y si nos pilla la poli? -pregunto algo inquieta-

tranquila Abi, no nos pillaran -sonrié de manera burlona, pero no consigue calmarme.-

Él entra también en el coche y se sienta a mi lado, en el lugar del conductor.

A donde vamos?

Ya lo veras -sonríe y empieza a conducir-

Durante todo el camino no hablamos casi, él ese concentra, quizás demasiado, en la carretera y mis ojos se dedican a observar el paisaje que poco a poco va cambiando de ciudad a algo mas rural.

Poco a poco lo voy reconociendo, es mi pueblo, donde he vivido hasta hace un año.

que hacemos aquí? -pregunto inquieta-

No recibo respuesta. Al cabo de 5 minutos el coche aparca y bajamos los dos.

Elian empieza hablar.

Sabes? Este también fue mi hogar una vez. Como tu, yo también vivía aquí hasta hace unos 6 años. Cuando un niño de 10 años presencio un accidente. Una niña estaba mirando el escaparate de la tienda de mi madre, cuando la mamá de esa niña cruzó la calle para ir a buscar a su pequeña. Desgraciadamente una moto la arrolló. Yo estaba yendo hacia la tienda de mi madre cuando lo vi todo. Quedé paralizado por el susto. Tuve que ir a un psicólogo para superar-lo. Con el tiempo lo supere, pero mi padre por si a caso, quiso que nos mudásemos. Yo era un niño pequeño con una mente tierna y eso me afectó. No puedo ni imaginarme lo que debió ser para ti, Abi.

Intento contestar pero el nudo que se ha echo en mi garganta no me lo permite. Y una lagrima empieza a caer por mi mejilla. Elian me abraza y me da un beso en la frente.

Una de las ventajas de ser un niño muy curioso es que me conozco todos los rincones del pueblo, incluso del bosque que lo rodea.

A que te refieres? -pregunto aun con el nudo en la garganta-

Sígueme

Y se cuela entre los arboles haciéndome ir detrás de él.

Cuando llegamos a nuestro destino me doy cuenta de la belleza de lo que nos rodea. Un enorme campo de iris se abre a nuestros ojos. Desde donde estamos se puede alcanzar a ver el cielo, la puesta de sol y la cascada que cae como millones de estrellas en un río de ensueño.

Wow! -exclamo- que bonito

lo sé.

Los dos nos sentamos y nos quedamos viendo la puesta de sol, mas tarde nos tumbamos y observamos las estrellas.

Cuando suenan las once volvemos a montar en su coche y Elian vuelve a llevarme a casa.

hasta mañana Abi -se despide-

Hasta mañana Elian, gracias... por todo

Sonríe y se va otra vez con el coche.