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Tenía frío, el lugar en donde estaba ahora era muy helado y oscuro... Lo cambiaron por que llegó alguien nuevo. Pobre chico.
Seguía en el piso aún amarrado algunas veces ya no sentía a su propio cuerpo de lo lastimado y mayugado que estaba, tenía hambre pero la comida era un completo asco pero si no le ingeria le iría mal... Bastante mal.
Quería salir de ese lugar pero como hacerlo si sus piernas están hechas pedazos, además de que no sabía Donde estaba ya que jamás salió solo lo mantenía encerrado y encadenado mientras satisfacían sus deseos sexuales con lo que era su pequeño e inocente cuerpo que ahora esta  desvirginado y dañado.
Quería morir... Quería salir de ese infierno, pero era muy débil como para intentar algo, de lo que seguramente de arrepentiria.
Salió de sus pensamientos cuando la celda fue abierta de manera brusca haciendo que soltara un pequeño quejido por la sorpresa y que el sujeto que acababa de entrar lo mirara de manera furiosa, se acercó a el de manera rápida mientras lo desataba y cargaba como costal de papas saliendo de la celda; Izuku se emocionó pensando que por fin lo dejarían libre. Que ingenuo.
Bajaron muchas escaleras hasta lo que parecía ser una bodega donde fue arrojado bruscamente, levantó la mirada alarmado viendo a más de cinco hombre a su alrededor sin ropa mientras atendían a sus miembros ya efectos y sonreían con sorna, Izuku reaccionó e intentó irse pero era imposible sus piernas no se lo permitían así que comenzó a arrastarse hacía lo que parecía ser la salida provocando una sonora carcajada por todos los sujetos que de encontraban ahí haciendo que se estremeciera de sobre manera comenzando a soltar lagrimas de frustración por no poder escapar. Hasta que fue tomado de sus piernas con brusquedad mientras las abrían de sobre manera sabía lo que significaba y tenía miedo ya que no era uno como de costumbre si no que eran más de cinco.
Abusaron de el profanando su cuerpo de la peor manera y satisfaciendo sus deseos sexuales con el aún siendo un adolescente y... Matandolo de la peor forma posible.



Llegaron a la última fábrica que estaba más alejada de las otras mientras los demás escuadrones se encargaban de ellas el de Bakugô llegó a la fábrica que parecía ser que estaba abandonada si no fuera por las resientes ruedas de autos en la tierra, se adentraron al lugar de manera sigilosa observando todo a su paso y estando Alertas ante todo; Bakugô daba ordenes desde el frente mientras el junto con Kirishima se acercaban a lo que parecía ser una bodega pero al abrir la puerta un fuerte olor metálico los alertó, tapándose la nariz y boca Bakugô entró viendo que había grandes charcos de sangre que parecía ser fresca, hasta que lo vio... Ahí estaba el... Su cuerpo estaba inerte y... Destrozado pero lo reconocería en donde fuera ese singular cabello verdoso y esas llamativas pecas que se encontraban llenas de sangre, se arrodilló tomando el cuerpo inerte de Izuku Midoriya sin poder evitarlos las lagrimas comenzaron a salir de sus orbes rubis, gritó, lo hizo con todas sus fuerzas mientras más líquido salado seguía saliendo, tomo impulso levantándose comenzando a caminar sin rumbo fijó mientras era observado en silencio por Kirishima.
Salió de la fábrica dejándose caer de rodillas en la tierra llamando la atención de los cadetes que se encontraban haciendo guardia estaba por hacercarse pensando que estaba herido pero al ver el cuerpo inerte en sus brazos y a Kirishima deteniendolos con la Palma de su mano detrás de Bakugô entendieron quedándose quietos.
Mientras Bakugô seguía llorando aún con el cuerpo en sus brazos se sentía culpable si no fuera por el jamás hibera pasado esto, quería llorar y gritar pero su garganta parecía seca impidiendo su cometido.
Ahora por fin entendía lo que se sentía estar...

Muerto en vida.

MUERTO EN VIDA. (Katsudeku) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora