MUERTO EN VIDA. (Katsudeku)

04

5 años después.

Katsuki Bakugô entró al ejército, era su sueño desde que era un mocoso y por fin lo logró esta más que feliz ya que después de tanta espera lo habían aceptado casi de manera inmediata, el siempre creyo que ahí sería un buen lugar para crecer y madurar como ser humano.
Al entrar a las instalaciones les dieron la bienvenida a todos, dieron un pequeño tour por todo lo que era el campo y demás instalaciones; Bakugô estaba más que fascinado por todo, claro que no lo demostraría. Pero es que era un lugar bastante grande con muchos espacios de entrenamiento y pruebas, entre más que iría conociendo de apoco.
Después de eso, los llevaron a lo que serían sus habitaciones aún que no eran la gran cosa ya que había aproximadamente Como veinte camas individuales acomodadas en orden, el piso estaba pulcro al igual que las camas y muebles que se encontraban a lado de estas; había una puerta al final de la habitación Al parecer eran las duchas. Arriba de las camas habían números a cada uno le asignaron uno, mientras se dririgian colocaban sus maletas en la cama; colocándose en posición de saludo hacía los genrales.
Explicaron el horario, prácticas y clase entre otras cosas para después retirarse de la habitación.

Katsuki se dejó caer en la cama con un suspiró mientras sonreía victorioso al haberlo logrado, sería uno de los mejores soldados que salvaría muchas personas.
Se cambió de ropa para dormir per mientras los demás cadetes hacían bromas o jugaban estaba perdiendo la poca paciencia que tenía, así que decidió planchar el uniforme que utilizarían mañana, limpiar sus zapatos e ir al baño para hacer sus necesidades, al terminar salió de acercó a su cama se acostó dispuesto a dormir pero el ruido de sus compañeros no cesaba, cansado gritó:

-¡CALLENSE MALDITOS BASTARDOS! -Todos lo miraron de manera sorprendida mientras que los sargentos por fin entraban a poner orden.

Mientras todos de acostaban es su respectivas camas Bakugô hizo lo mismo pero de la nada llegó un recuerdo de la caballa verdosa, mirada llena de vida y unas hermosas pecas decorando sus mejillas, movió la cabeza para No recordarlo pero era imposible aún que hasta la fecha no supiera nada de el de sentía culpable ya que si ambos hubieran salido de la escuela jamás se hubiera desaparecido, no se dio cuenta en que momento calló en los brazos de Morfeo hasta que lo vio de nuevo a el y esa sonrisa que ahora era una fina línea recta, esos ojos llenos de vida que poseía ahora estaban apagados y vacíos, ¿Donde quedó? ¿Por qué a el?
Pero no podía hacer más que lamentarse ya que no sabía Donde estaba tal vez y ya estaba muerto...

1 año después

Estaba ansioso por fin iría a su primera misión como militar, término de empacar lo que ocuparían en las afueras de la ciudad de Japón donde según había más de una construcción de fábricas abandonadas, Donde algunos criminales más buscados de resguardaban según Las investigaciones realizadas.
Fueron más de ocho horas de viaje; Bakugô comenzaba a ponerse de malas ya que hacía un calor de la mierda y por que estaba aplastado por sus compañeros.
Pero tenía que esperar a llegar para poder estirar sus músculos y relajarse esta misión tenía que salir de acuerdo al plan.

Nadie sabía lo que encontraría en la fábrica más alejada de todo el lugar.