Cuando se prolonga un embarazo más allá del período habitual, como madre, puede que desee inconscientemente seguir llevando a este hijo lo más tiempo posible, apreciando este estado en que siento a mi hijo en seguridad y en el cual el vínculo entre madre e hijo es tan fuerte. Quiero guardarlo “protegido de la intemperie” de la vida de cada día. Puede que tenga miedo de estas responsabilidades nuevas que me esperan con este nuevo hijo que va a nacer. ¿Estaré a la altura de la situación? ¿Esto cambiará algo en mi vida de pareja? ¿Seré buena madre? Mis inquietudes de cara a este nacimiento pueden hacerme retrasar la llegada del hijo. Puede también que mi hijo se sienta tan bien en este entorno tranquilizador que quiera quedarse en él el tiempo máximo posible. Entonces puedo entrar en contacto con su aspecto divino, confortarlo, asegurarle que haré todo lo que me es posible hacer para cuidarme de él, que seguiré amándole y que tengo prisa de tenerle en mis brazos. Debo desapegarme de mi hijo y convencerme de que tiene todos los instrumentos necesarios para afrontar los retos que encuentre. Necesita únicamente mi amor y afecto.

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Biodescodificación
Casuale¿Sabes el verdadero significado de las enfermedades y como actua el inconsciente? ven y conocelas