El Rey Wilbur; Genesis

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Dagamon, en sus años pasados era un reyno hermoso, princesas, caballeros, aldeanos, todos vivian en armonía. Las mañanas recibían los despertares con un crepúsculo de hermosos cantares de unas bellas aves. El aire, el aire en Dagamon era inexplicablemente distinto a los demás reynos.

Daragon, el viejo rey de Dagamon, oh que hombre, un alma buena e inteligente, era un verdadero caballero, jamas tuvo problemas con los demás reynos ni siquiera con los aldeanos y sus distintos docmas y creencias por los cuales vivian a un lado del reyno. Daragon, tenia dos hijas, bellas mujeres, inteligentes y humildes, todos eran uno, el pueblo y la alteza no existía una jerarquía, Daragon solo era un líder cuando se necesitaba a un líder.

Una noche de mayo, se torno fría, mas de lo usual, el cielo oscuro se opaco por la presencia de nubes tenebrosas que anticipaban algo que no seria para nada bueno. La gente salio de sus viviendas, el rey, se levanto al escuchar los primeros truenos , abrió los ojos, y una profunda cefalea lo invadio extendió su mano hacia la reyna y le suplico que guardara su distancia al exterior. Los truenos aumentaban su sonoro cada vez mas y una voz de la que no se sabia si era el mismiso cielo hablando o algún hombre , dijo: Daragon, buen hombre, dichoso de esta gente, amante de la naturaleza, soy mas que un hombre, mas que un espíritu, mas que cualquier ser que haya pizado estas lejanas tierras y tengo un solo propósito, tomar tu Reyno, en nombre de tu gente, si es que realmente tanto la amas, sal y enfrenta al gran Wilbur. El rey Dagamon, asombrado y perturbado, con un asqueroso sabor en sus labios, observo al cielo donde dos nubes enormes, las nubes mas grandes y oscuras que el humano haya logrado ver en la historia, comenzaron abrirse, dando paso a Wilbur montado en un caballo negro, con ojos espeluznantes, Wilbur junto con otros jinetes descendieron desde los océanos de nubes y ante los ojos de Daragon y sin detenerse , comenzaron a destruir a casa ser que estuviera ahí. Daragon con toda la fuerza que le permitían sus pulmones y laringe grito: DETENTE. Los jinetes se desvanecieron con el aire que corria ferozmenyte. Wilbur, parado en el centro de Daragon, con su yelmo reposado entre su cintura y antebrazo, sonrio, disfruto un momento la vista del fuego que lo rodeaba.

Haz elegido sabiamente dice Wilbur. Levanto su yelmo, y vio su fondo por un instante, susurro algo y una enorme espada apareció en su espalda, Oh majestuosa espada, como traída desde las mismísimas garras de Balbach o como un deseo que te ha concedido Cuthun. Su yelmo enbono en su cabeza y Wilbur, corrió, corrió hacia el Castillo , Daragon, tomo su espada, una espada que hacia años no era recordada por el hombre, Daragon tomo un libro oscuro, un libro que irradiaba temor, se coloco con una rodilla en el suelo ,su mano derecha apoyada en la espada y la mano izquierda en el libro colocado en el suelo y susurro: Tu me creaste, tu me permitiste, e aquí tus consecuencias, ahora permíteme utilizar este encantamiento. La espada , oxidada, sin comparación alguna a otra espada, comenzó a brilla, era un brillo magnifico, irradiaba un calor poderoso y hacia sentir el ambiente con una sensación de pesadez corporal. Daragon se levanta, toma la espada y como olvidado de todo, salta por la ventana y en un acto rápido, desmonta su majestuosa espada y con una increíble fluidez, percibe a Wilbur quien ya se acercaba un salto recortando sus distancias.

Las epadas chocan entre si, destellante luz cegadora abarca todo el Reyno de Daragon, mientras caen, las espadas chocan una y otra vez, Wilbur, es el primero en tocar el suelo en dos pies y Daragon cae sobre el emitiedole una fuerte patada el pecho, Wilbur es impulsado hasta un muro y se equilibra con sus piernas resintiendo bastante el golpe y se toca el pecho un momento, vuelve rápidamente hacia Daragon, los espadazos son rapidos y fluidos, como si todo estuviera perfectamente preparado, como si las espadas estuvieran comunicándose. Todo se destruye al paso de estos dos caballeros, la poca gente que se atrevió a quedarse fuera y que seguía viva, guardaban silencio, estaban perplejos por lo que estaba sucediendo.

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⏰ Last updated: Feb 24, 2019 ⏰

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El Rey Wilbur  Capitulo uno ; GenesisWhere stories live. Discover now