Lo que la luna esconde.

"Solo lo creo"

Creo que fue aquella cerveza en aquel bar de la plaza, o aquella sonrisa que anunciaba tu hoyuelo izquierdo, puede que fueran las tardes que pasé buscando el poema que me moviera lo mismo que me movías tú.

Creo que fue ese lunar en el laberinto de tu espalda a la derecha el que me hizo adentrarme en esa constelación que era tu cuerpo, o tu pelo olor a vainilla que me llevaba muy lejos, a casa.

Creo que fueron esas miradas intensas de 5 segundos que adormecían el cuerpo y despertaban las ganas, el alma y las ansias, o quizás el roce nervioso y torpe de nuestras manos cuando anduvimos por la misma calle.

Creo que fue tu risa, que te juro, es la melodía más bonita que mis oídos jamás han escuchado, ni mil canciones podrían hacerme vibrar de tal manera, tu risa fue una sacudida a mis sentidos y le dio un golpe profundo a mi pecho.

Creo que fueron más de cinco tardes las que pasé mirándote atenta mientras hablabas de algo que no recuerdo porque me hallaba absorta en tus gestos, tus labios, tu pelo y tus ojos, aquella forma de arrugar la nariz cuando sonreías y como achinabas los ojos, siendo a mi parecer la imagen más tierna que jamás he contemplado.

Creo que fue aquella noche donde las copas de más nos llevaron a una estación más lejana a la que conocíamos, donde las manos tenían vida propia, donde jugábamos a un mismo juego y al mismo compás, donde si nos acercábamos sabíamos que nos íbamos a quemar y joder...nos íbamos a fundir, cuerpo a cuerpo.

Creo que fue esa noche, si, ese fue nuestro punto de inflexión, donde supimos que nuestro sabor favorito era el de nuestras bocas, que bailábamos el mismo baile, que queríamos, sentíamos y necesitábamos lo mismo, que estábamos en esta vida para encontrarnos y gastarnos a caricias, besos, abrazos, risas, llantos, miradas, sexo, silencios...

Creo, y solo creo, que te quiero.