01. Hoy

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Hoy lunes a la primera hora con clase de historia y a más de medio año, es un día como cualquier otro, puedo decir que no me aburro, prefiero esto a que estar en una habitación con un profesor privado dictando clase, aquí me siento más libre, con amigos y todo lo que sigue.

El maestro Kolsov explica la clase, él y su acento ruso, nos entretiene ––me entretiene–– a ese profesor realmente le encanta su materia ya que lo explica con garbo y tanta paciencia, nos cuenta las historias de su país con si el hubiese pasado por ellas, cada vez que preguntan de cosas triviales para que su clase no siga, le brillan los ojos de puro entusiasmo.

Pobre.....es viejo, sus canas lo delatan al igual que su rostro cansado que siempre tiene una sonrisa, aparenta tener unos cincuenta y no se porque no se a jubilado aun.

El señor Kolsov detiene su caminar para prestarle atención al sonido de la puerta.

––¿Acaso falta alguien? ––baja sus lentes y examina todo el salón, niega y va a la puerta ––. ¿Si? —pregunta abriendo la esta, examina a la persona que se encuentra afuera y sale.

Por el rostro que traía antes de salir, lo agarraron de sorpresa.

Mis compañeros de estudio empiezan a murmurar cosas, las cuales no logro oír, miran a sus alrededores buscando respuestas, unos se levantan de sus asientos para ir a ver por la pequeña ventana de vidrio que está en la puerta.

Una chica.

De intercambio.

Escucho decir a una pelirroja, ¿Cual era su nombre? Mm.. ¿Brithanie?, si Brithanie

¿Una chica? ¿De intercambio? Ya no permiten ingresar a alumnos si ya vamos a culminar el semestre, empezará la semana de exámenes mensuales.

El profesor entra a la clase, sosteniendo la puerta para dejar pasar a la persona de afuera.

—Chicos, chicos. —empieza —. Todos sabemos que ya vamos a mediados de medio año, y que a este nivel del año no permitimos que más alumnos ingresen a nuestros sistema estudiantil, pero, no podemos cerrarle a nadie las puertas de la sabiduría, hoy tendrán una nueva compañera. Señorita Amy, puede pasar, desde hoy, este aula se convertirá en su segundo hogar.

Una chica entra a pasos lentos mirando al suelo y con una mochila negra en manos, usa el mismo uniforme que todos aquí, sus cabellos castaños están atados en una coleta baja, tes clara, algo pálida, lleva poco maquillaje.

—Espero que puedan ayudarla a ponerse al día y prestarle apuntes. —indica el profesor —. Vamos, toma asiento, al lado de.... Atiano. —señala el asiento del frente, el único disponible.

–Gracias. —dice y se dispone a caminar.

Grises.

Son el color de sus ojos, muy lindos, al menos a mi parecer.

El resto de la clase estaba inmerso en la conversación de mis dos compañeros de adelante, Atiano se pasó la clase explicándole cada cosa que el profesor decía.

—¿Amy, como la actriz o como Amy Winehouse? —pregunta el rubio, pronunciando Eimi.

—Solo Amy, Amy Baker. —responde con una voz tímida.

Se lee como se escribe, wao.

—Apellido latino.

—Si.

—¿Tus padres son latinos? —la mira de reojo y sigue caminando por los pasillos, ella se queda un minuto en silencio y luego se digna a responder.

—Mi padre era latino.

—¿Era? —detiene el paso, asiendo que yo haga lo mismo —. Oh, lo siento tanto, no quise ser curioso ni incomodarte. —ella negó rapidamente, ¿Cómo alguien como él no captó rápido?

—No hay cuidado. —le dedica una sonrisa tímida.

—¿Que clase te toca ahora? —cambia la conversación y sigue caminando.

—Arte y cultura.

—¿Sabes como llegar?

—Puedo encontrar el salón, muchas gracias por tu compañía.

—Nha... No agradezcas, disfrute conversar en vez de escuchar al señor Kolsov. —vuelve a detenerse, ahora paso por sus lados haciendo como si no hubiera escuchado su conversación.

—Espera, Alexander. —detiene mi andar tomando mi codo —. disculpa el atrevimiento, pero.. ¿Podrías por favor a acompañar a Amy a sus clases de artes? Se que ahora te diriges hacia allá.

—Ah.... Claro

—Gracias, te debo una. —nos sonríe a ambos.— nos vemos Amy.

La chica de ojos grises solo asiente.

—Es por aquí. —me apresuro, ya que perdí tiempo caminando lento tras ellos, ah y escuchando su conversación, fue sin intención.

Camina lento, sigue mis pasos, solo nos dan siete minutos para llegar a la otra clase y se esta demorando más de la cuenta.

Son pocos los estudiantes que caminan por los pasillos. Tantas ganas.

Tomo su mano y me echo a correr, es por una buena causa, además quería sentir que tan suaves son sus manos y también pequeñas.

Hay que cursi.

Casi tarde.

—Llegamos. —aviso y ella echa una mirada a nuestras manos aun juntas —. Disculpa, solo que a la profesora no le gustan los tardones.

—Muchas gracias. —suelta mi mano algo avergonzada por lo ocurrido, toma su mochila con ambas ahora.

—No hay de que, cualquiera pudo haberlo echo.

—Dejen la platica para después, ahora adelante. —se escucha la voz de la profesora a nuestras espaldas, entro pisándole los talones, hay tres espacios vacíos, ella toma el ultimo de la fila, mi suerte hoy es mucha.

—Necesitas algo de compañía. —me acomodo a su lado y presto atención, aunque sea difícil de creerlo.

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LOVE Shot ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora