O3. ...sabor insipido.

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—No te vi en el receso, ¿Donde fuiste? Solo desapareciste. —digo acercándome, se sobresalta.

—Estaba un poco ocupada buscando libros. —guarda el móvil en uno de sus bolsillos.

—¿Alguien vendrá a recogerte?

—Ah... S-si, si.. Mi mamá —dice otra vez tímida —. Estaba hablando con ella, no tardará mucho.

—Entonces te acompaño a esperarla.

—No es necesario. —se apresura a decir.

—No quieres que conozca a tu madre?

—Es solo que.... Es algo.... Mm.. ¿Como lo explic.....?

—Uh... Hola cariño. —saluda una mujer alta con traje elegante —. Pequeña, ¿No piezas presentarme a tu nuevo amigo?

—Ah... —baja la mirada por completo al suelo buscando solución, juega con sus dedos, ya entiendo porque no quería que esperemos juntos —. E-el.

—Alexander Belov, mucho gusto señora. —ella asiente con una sonrisa grande en su rostro.

—Raina Baker, el gusto es mio, espero que puedas llevarte bien con mi pequeña, es algo tímida, su primera vez en una escuela.

—¿Enserio?

—Decidi educarla en casa, pero ahora que me ofrecieron un trabajo con mejor sueldo, no pude rechazarlo, ahora no puedo dedicarme al mil con mis niñas. —asiento entendiéndola, escucho un mamá, detente no tienes porque contarle eso... de su parte —. Hablando de niñas, quedé en recojer a tu hermana en su clase de defensa, lo lamento, nos debemos ir.

—Entiendo, espero verla de nuevo.

—Yo también, nos estaremos viendo. —se despide ella guiándola a un Mercedes.

—Espiando a la chica nueva, ese es tu nuevo pasatiempo eh. —dice con diversión Damian.

—Solo me despedía. —miento, quedarme embobado viendo como ella y su madre se alejan me parecía lo mejor que podía hacer.

—Si hace ya rato que se fue, ella es la razón de que faltaras a clase ¿No es así?

—Piensa lo que quieras, no cambiará nada. —volteo y voy al estacionamiento.

Ya en el estacionamiento.

Saludo a Igor, dentro del auto él se dispone a conducir.

—¿Por que tan pensativo? —pregunta mirando por el espejo retrovisor.

Me conoce de toda la vida, sabe que pienso en algo, normalmente converso con él sobre cosas de la escuela.

—¿Por que lo dices?

—Nuestras platicas diarias se resumieron a un solo saludo, ¿Es acaso una chica?

Atinó.

—La veo como una hermana.

—Pero no lo es.

Dio en el clavo.

—Ella hace que recuerde a como era la escuela para mi —me mira por el espejo retrovisor con las cejas juntas —. me refiero a que como era cuando no tenía amigos, cuando acaba de llegar.

—Compasión por ella o... —afirma y luego se retracta —. ¿O..? es solo una escusa para acercarte.

—¿Qué aconsejas?

—Busca su numero.

Y es lo que hago.

LOVE Shot ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora