— El señor aquí presente estaba hostigando a la señorita, y no es justo que usted allá impuesto un castigo a la víctima y no al agresor.
— ¿Disculpe señor? —pregunta con interrogancia el profesor.
—Usted no a sido testigo de lo que a estado pasando aquí. —digo.
—¿Y usted si?
—Por supuesto.
—¿A que nos referimos cuando dice que la señorita a sido víctima de la hostigacion por parte de su compañero?
— Aquí, mi compañero Donnet a estado molestando a Baker con preguntas que no venían al caso.
—¿Que tipo de preguntas?
—No sabría decirle, pero mi compañero Lewis vio lo que sucedió —. Miro a Sam pero este solo agacha la cabeza, lo mismo hago con Amy y ella también tiene la mirada pérdida en algún lugar del suelo —. Sam, habla, por Amy —susurro.
Veo también a Ryan, tiene una sonrisa en el rostro.
—No hay pruebas de lo sucedido señor. —dice el profesor, no puedo creerlo, esto es como una guerra, yo soy el acusado y estarían apunto de enviarme a pagar una condena.
— Profesor, yo también fui testigo, mi compañero aturdía a Amy con preguntas, luego.... Se acerco demasiado a ella empezó..
— ¿Señorita es eso cierto? — el profesor pregunto y esperó a su respuesta, no dijo nada, claro, quien no, ella esta aturdida por lo sucedido.
— Veo que eso es un no. —voltea sobre sus pies —. Los cuatro castigados, los quiero ella sábado a las 9:00 en la biblioteca, allí la indicaran que hacer.
Toma una de sus tantas tizas para escribir, escuchó a Sam quejarse por lo sucedido, Ryan ríe y Amy, permanece en silencio.
Esto no puede quedarse así, la risa de alguien hace salir del trance, veo como una chica de la segunda columna y primera fila.
— ¿Puede compartir con toda la clase de qué está riendo, para poder así todos reír con usted? Señorita Soo.
— Profesor, en este momento no me río de algún chiste o broma que escuche, sólo que están divertido, solo faltaban las palomitas de maíz para hacer de esto una novela o un cliché.
—¿Disculpe?
— Señor, en este país todo peleamos por la justicia, ¿No es así? —el profesor asiente ante su pregunta —. Pero nosotros mismos somos los quien no la damos. Me refiero a que sabemos como es pelear por algo que no tenemos, y cuando ya lo hacemos y otras personas hacen lo mismo para obtener lo mismo, ¿Por que no dárselo?
— ¿A que viene todo eso señorita Soo?
—A que usted es un idiota. -lo dice seria, en el salón se escucha un ooooooo.
—¿Disculpe?
—¿Sabe que hace usted?, todos luchamos por la igualdad de genero, de raza, de dinero. —empieza a enumerar con los dedos -—. usted no lo hace, sólo por que nuestro compañero aquí presente tiene más dinero que los demás no merece un castigo.
Todos quedan en silencio y atónitos ante esas palabras.
—¿Eso es preferencia? Solo por que aquí el señor —soy señalado —. Quiere defender a una compañera que acaba de llegar a nuestro planten de educación, digame usted, ¿Merece un castigo? Nuestro compañero Sam fue testigo de lo ocurrido, ¿Merece un castigo? ¿Por que no solamente le da el castigo a Ryan y nos dejamos de tanta porquería.
El profesor lanza un aplauso.
—¿Termino señorita?
—Si señor.
— Bien, creo que tiene razón, por lo que sera el castigo para todos igualmente. —ella sonríe y se sienta —. Señorita Baker, Señor Belov, Señor Donnet, dos castigos, Señor Lewin y Señorita Soo uno.
— ¿Y eso porque? ¿Reclamar por los derecho se los demás, también me hace merecedora a un castigo profesor?
—No, por interrumpir mi clase y llamar a la autoridad aquí idiota, por usar palabras como porquería, también por decir que tengo preferencias. —. Sentencia, al final de esto, gane un castigo más, ella también y no sirvió nada.
—¿Porque Sam tiene uno?
—La camisa dentro del pantalón, es una regla que incumplió. —Veo a Sam a mi lado mirando con decepción su apariencia —. El señor Belov también tiene ese castigo, señor Donnet, lo mismo, señorita Baker, tiene la falda más arriba de los limites permitidos y al igual que Donnet interrumpieron mi clase, ¿Está contenta con eso señorita Soo?
—¿Pero que carajos? Usted solo buscó una excusa para avalarse de eso —se levanta echa furia, golpea con fuerza la carpeta.
—Usted tiene una más, le recuerdo lo de malas palabras, además tiene el mismo problema que Baker, la falda. —señala la falda de la asiática con una sonrisa en el rostro.
—Vallase al infierno, usted y sus malditas reglas. —lo dice en coreano, así el profesor no entenderá.
—¿Sabe que insultar en otro idioma también es un castigo? —sonrie de lado.
—No tiene caso aguantarme, dije que se Valla al infierno, usted y su malditas reglas. —alza la voz.
—Valla a la
—No tiene porque terminar la oración. —toma sus cosa y sale a pasos apresura dos echa furia.
—Ustedes, esperen en la biblioteca, el castigo no tiene porque empezar el sábado si también pueden hacerlo hoy, adelante.
Soy el primero en tomar mis cosas y retirarme, luego viene Ryan, Amy y al final Sam.
—Lamento haberte metido en esto. —le digo posando una de mis manos en su hombro.
—Nha, no hay cuidado, dudo que una de sus reglas por la camisa afecte mi promedio —hace como si no le importará, pero está sufriendo en realidad.
—Amy. —detengo sus pasos ya que era la primera en caminar.
—No debiste hacerlo, ahora tu y Sam están castigados, sólo por no poner en su lugar al idiota este. —lo señala, el camina relajado como si fuese el mismísimo rey.
—No Amy, eres como mi hermana. —detengo lo dicho, al igual que mi manos en sus hombros, no deben de subir a su rostro —. bueno, si tuviera una.
Suelta una pequeña risa.
—Gracias, ya sabes, por no dejarme sola. —hay algo que veo en sus ojos, no se que es ¿Emoción?
La atraigo y abrazo, ella duda pero también lo corresponde, hoy su cabello esta suelo, por lo que puedo olerlo, no se que es, tal vez ¿Moras? ¿Durazno? ¿Frutos del bosque? No lo se, pero lo adoro.
—Creo que deberíamos apresurarnos. —dice Sam interrumpiendo el momento.
—Cla-claro. —dice ella con las mejillas sonrojadas.
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LOVE Shot ©
ActionHombre y padre ruso que hacer ella un arma de destrucción. Una chica que después de todo solo quiere su libertad. Todos tenemos a alguien quien nos hace cambiar y ser aun mejores. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS©