El Último Adiós

Primera cita parte II

NARRA TAMARA

Después de bañarme busque desesperadamente que ponerme, escogí un vestido de flores, luche con mi cabello hasta dejarlo liso y presentable.

*Sonó el timbre*

Baje, abrí la puerta y ahí estaba Mariana tan linda como siempre

- Hola

Mariana: Que linda te ves - dijo acercándose a mi para darme un beso en la mejilla.-

-Que tal si vamos a comer y luego a bailar

Mariana: Me encantaría y ahhh, dime Mari por favor, Mariana suena muy formal. - dijo con cierta diversión en sus palabras-

-Esta bien, Mari pero entonces tú dime Tam

Nos subimos a su moto y arrancó.
Al llegar al restaurante que le indique, escogimos una mesa un poco alejada del resto cerca a la ventana con una vista hermosa.
Pedimos nuestra comida y hablamos mucho. Para mi sorpresa teníamos muchos gustos en común, Eso es bueno. Pude averiguar disimuladamente que le gusta bailar.
Mari es encantadora, prácticamente me la he pasado mirandola como una boba, sólo faltaba que sacará un babero para que la baba no ensuciara mi ropa.

Mariana: Uhmmmmm, la comida me encanto

-Si, jaja muy rica la comida y que tal si vamos a bailar? Ya que aún es temprano -pregunte mirandola fijamente a los ojos. Dios, esos ojos, Porque haces personas tan perfectas-

Mariana: Claro que si, me encantaría ir a bailar Tam -sonreí por su respuesta-

-Conozco un bonito lugar donde ponen todo tipo de música, te encantara, te lo aseguro.

Mariana se acercó a la caja, pago la cuenta y me agarro de la mano guiandome a su moto. Llegamos al lugar del que le hable a Mariana y nos sentamos en la barra a beber algo. 

Mariana me tomo de la mano y me llevo a la pista de baile. Se veía tan radiante, como si apenas hubiese salido de la ducha. En cambio yo, mi cabello ya estaba hecho un desastre.

Bailamos de todo, cuando ya no pudimos más fuimos a la barra nuevamente y pedimos dos cervezas, al poco rato sono una canción muy lenta y romántica que ya había escuchado antes. -Mariana cerro los ojos-

Mariana: Uhmmmm adoro esa canción, me concede esta pieza linda damisela. - dijo agachandose un poco en forma de permiso.

Me dio su mano, me acerqué un poco a ella, con duda me cogió de la cintura y  empezamos a bailar. Yo entrelace mis manos en su cuello abrazandola, nos movíamos de izquierda a derecha muy lento; de un momento a otro sentí unas enormes ganas de besarla. Creo que a ella le pasaba lo mismo porque miraba mis labios de arriba a abajo, de una manera que no sabría explicar pero me gustaba.
Sin más, se acercó un poco más y me miro fijamente a los ojos en forma de permiso para besarme, no lo resistí y yo me acerqué lentamente a sus labios rozandolos con los míos.
Ambas cerramos los ojos y la bese delicadamente, lo más dulce que pude. Ella me siguió el beso haciéndolo un poco más intenso y juntando mi cuerpo al suyo.....