Decepción

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NARRA TAMARA

8:00am

Desperté y al levantarme me di cuenta que estaba en la cocina con una botella en la mano. ¿Enserio había pasado la noche aquí?, Camine hacia mi cuarto tambaleando, en el camino me quite el vestido y los zapatos. Tarde unos minutos en recordar lo que había pasado anoche, cuando lo tuve todo claro las lágrimas volvieron a mi rostro. Entre a la  ducha, abrí el grifo de ella y las gotas de agua empezaron a caer por toda mi piel. Pase mis manos por mi rostro y solo a mi cabeza venía la imagen de Mariana y Lucía en la cama. Me dolía, me dolía su engaño, su traición... ¿Qué hice mal?, ¿Por qué me hizo esto?

Termine de bañarme y me vesti. Camine hacia mi cama aún con el cabello mojado e intenté dormir... *Suena el timbre* me levanté de la cama y baje las escaleras. ¿Quién será?, Abrí un poco la puerta y pude ver a Mariana. Las lágrimas querían salir nuevamente, pero no, no podía llorar más, me prometí a mi misma no llorar más, tengo que ser fuerte.

Tamara: ¿Qué haces aquí?, ¿Qué quieres?

Mariana: Mi amor escúchame, tenemos que hablar por favor! Déjame pasar.

Tamara: ¿No leíste mi mensaje?, No hay nada que hablar, NO TE QUIERO VOLVER A VER, ASI QUE AHORA MISMO VETE DE AQUÍ!! -dije gritando y le cerré la puerta en la cara.-

"Escúchame por favor, no te quiero perder, abreme la puerta" gritaba Mariana desde afuera dando ligeros golpes a la puerta. Me senté en el piso al costado de la puerta y no pude evitar llorar. Por un lado quería que se fuera y que me dejara en paz, pero por otro lado quería que se quedara, que pasara, que me besara, quería tenerla en mis brazos pero, ¿Cómo?, Si ya había estado en los brazos de alguien más. Tengo que dejar de llorar aunque sienta que el corazón se me parte en dos, no la perdonaré.

NARRA MARIANA

"Tam, por favor! Te lo suplico, abreme la puerta, tengo que explicarte lo que pasó". -dije con la cabeza pegada a la puerta. No tenía idea de que le explicaría pero estaba segura que lo que pasó ayer no fue obra mía, no fue mi culpa, hasta donde yo recuerdo rechace a Lucía. Imposible que con tragos me haya podido convencer, es absurdo; algo me ha tenido que haber hecho. Las lágrimas comenzaron a caer por mi rostro. Maldita sea la hora en que deje pasar a esa mujer a mi casa!!
Una hora paso y no había respuesta de Tamara, ella no me abriría la puerta, tengo que buscar otro modo de entrar. Rodee la casa hasta llegar a la puerta trasera y tome las llaves que Tamara guardaba bajo el tapete. Abrí la puerta y entre, corrí por el pasillo, baños, habitaciones y cocina, pero no había rastro de ella.... Se había ido.

NARRA TAMARA

Mariana seguía gritando a fuera de la casa así que camine hacia mi habitación y tome mi teléfono, sin pensarlo marqué el número de Valentina...

Valentina: hola?

Tamara: Valentina, necesito verte, estás en tú casa? -dije entre sollozos.-

Valentina: Sí, si, ¿Qué pasó?, ¿Te encuentras bien?

Tamara: Voy en camino Vale, allá te cuento.

Colgué y cogí mi bolso con mi billetera. Corri hacia la puerta de atrás de la casa y salí. Para mí buena suerte pasaba un taxi por ahí, le di la dirección y entre en el auto.

Taxista: Se encuentra bien señorita? -pregunto el hombre de unos 28 años, de cabello corto tipo militar y de contextura ancha. Parecía recién salido del ejercito o de algún gimnasio.

Tamara: Si.. si estoy bien. Gracias. Solo he tenido un mal día. -dije intentando sonreírle a aquel hombre de ojos azules.-

Taxista: Oh! Entiendo. Las cosas suceden por algo, ¿Sabe?, Ah disculpe, me llamo Sergio.

Tamara: Me llamo Tamara, mucho gusto.

Sergio: Llegamos señorita Tamara.

Tamara: Gracias. Aquí tiene. -dije saliendo del auto para darle seis dólares por la ventanilla del copiloto.-

Sergio: No, no, esto va por mi cuenta. Espero que lo que sea que le esté pasando se solucione.

Tamara: Esto no tiene solución pero gracias Sergio. Adiós.

Sergio: Espere por favor! -dijo y me entrego una tarjeta con su número de teléfono.

Yo la tomé un poco confundida y lo mire a los ojos preguntando con mi mirada "para qué me das tú número?" El me miró y al parecer se dió cuenta porque inmediatamente respondió.

Sergio: Oh! Vera, ese es mi número por si necesita que la lleve a algún lugar, solo llame y estaré ahí para usted.

Tamara: Oh! Gracias Sergio, adiós. -dije cerrando la puerta y dirigiendome a la casa de Valentina.

Toque el timbre y ella abrió. En sus ojos pude notar su preocupación.

Valentina: Pasa por favor. -dijo y me atrajo hacia ella cerrando la puerta. Estando dentro me abrazo como si supiera lo que me estaba pasando y rompí a llorar en sus brazos.

Valentina:Hey! Hey! Ya, tranquila. Cuéntame qué pasó, ven. -Dijo mientras caminaba aún abrazándome dirigiendonos a su sofá, dónde me abrazo por un rato más y luego me alejo un poco para poder observar detenidamente mi rostro examinando que no hubiera pasado nada malo, pasando sus manos por mi mejilla.

Tamara: Encontré a Mariana con Lucía en la cama. -Valentina detuvo sus manos y abrió los ojos de par a par.-

Valentina: QUEEEEE!? Esa maldita como se atrevió a hacerte eso!! Lucía me va a escuchar!! -dijo furiosa buscando su teléfono.-

Tamara: Ya no vale la pena, de Lucía me podía esperar cualquier cosa pero de Mariana... -Valentina dejo de buscar y me miro fijamente a los ojos.-

Valentina: Oh! Cariño, no sabes cuánto lo siento, se que ustedes dos se amaban, ya hablaste con ella? De repente no fue lo que piensas y...

Tamara: NO, NO Valentina, no he hablado con ella ni pienso hacerlo. Yo sé lo que ví, Mariana me engaño, me humilló, jugo conmigo, con mis sentimientos y eso jamás se lo voy a perdonar.

Valentina: Tami, cariño.. no sé que decirte. Mariana parecía amarte de verdad, en todo este tiempo jamás te engaño. Mira que esperar un año para hacerte esto no sé, no me cabe en la cabeza. Pero se cómo la debes de estar pasando, lo siento tanto.

Tamara: No, no lo sientas. Esto tenía que pasar y por un lado me alegra haberme dado cuenta con la clase de persona que estaba. -dije molesta con lágrimas en los ojos.-

Valentina: Sí, tienes razón.

Tamara: Vale, necesito un favor.

Valentina: El que quieras amiga.

Tamara: Necesito un lugar donde quedarme. Solo será temporal, no quiero estar en esa casa donde compartí tantos momentos con ella.

Valentina: Claro Tami, sabes que eres bienvenida aquí cuando quieras y todo el tiempo que necesites.

Tamara: Gracias amiga. No sé que hubiese hecho sin ti, ahora te necesito más que nunca.

Valentina: Y ya sabes que yo estoy para tí, eres como mi hermana. Si no fuera hetero en este momento te besaría.

Tamara: Jajajaja ay! Vale, ven, abrázame.

Valentina: Hasta que por fin una sonrisa.

Valentina y yo estuvimos hablando un rato más hasta que nos dió la tarde y almorzamos. Le di las llaves de mi casa para que fuera a traerme un poco de ropa y algunas cosas, no quería ir yo porque quizá Mariana estaría allí y no quería verla más.

¿Ustedes creen que Tamara perdone a Mariana?, ¿Qué opinan de Sergio el taxista? Mañana les subo capítulo nuevo, un abrazo lectores.

Daniela Méndez Rodríguez

El Último AdiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora