El que se enamore, pierde.

Capitulo 1: Adiós Madrid

- Yo ya no puedo mas, Ari, la situación me supera - empiezo a llorar en su hombro en la clase vacía mientras los demás se divierten en el patio.

- Atenea, tú tranquila, distráete y pasa de tu madre ¿Vale? Total, hoy es el último día de instituto. 

- Vale - dije secándome las lágrimas - ¿Pero cómo puedo pasar de mi madre si es una egoísta que no me deja nada ni salir ni nada?

- Escápate de tu habitación y sal por ahí, vamos, lo que llevas haciendo des de siempre - sonrió.

- Eso es verdad - reí - No dejaré que me arruine mi vida cómo lo hicieron con ella...

De golpe suena el timbre de vuelta a clase y nos sentamos en las sillas. El profesor de matemáticas viene junto a los demás y Carlos me toca la espalda y le miro. Me da un papel roto y lo leo. "¿Vienes mañana a la fiesta?" Le miro y le sonrió, él ya me conoce, sabe que iré.

Carlos es mi mejor amigo y me encanta, es súper gracioso, atento, cariñoso, gracioso... Pero lo dicho, un buen amigo. Nos conocemos des de la guardería. Es un chico de pelo castaño con los ojos más azules y bonitos que he visto en mi vida. Yo en cambio tengo el pelo negro y largo con los ojos verdes intensos. 

Las últimas tres clases se pasan súper despacio y aburridas, como siempre. Cuando Ari, Carlos, Sergio, David, Cristina y yo salimos del instituto para ir a casa, ya que vivimos casi en la misma calle, me paro y los demás me imitan, mirándome, pero yo sólo puedo fijarme en una cosa.

- ¿Qué pasa aquí?

- ¿Quién es usted? - me pregunta el policía cual está hablando con mi madre junto al porsche rojo descapotable de mi madre.

- Su hija.

- Su madre y este señor han tenido un accidente por culpa de ella y ella se le ha puesto a presumir que es millonaria y insultarle al chico.

- ¿Papá? - pregunta Carlos.

- Lo siento, hijo.

- No se disculpe, no ha sido la primera vez que lo hace - interrumpo mirando con odio a mi madre y me voy corriendo.

Vengo de una familia millonaria con muchas empresas y propiedades pero mis abuelos murieron, mi padre nos abandonó cuando  yo era un bebé y mi madre... ¿Qué decir de ella? Es hermosa, sí, pero muy egoísta y ambiciosa. Yo no tengo lujos, es decir, ella quiere que sea como ella, caprichosa, pero no soy así. No me gusta tener lujos, quiero ser normal, ya me costó ir a una escuela pública, así que imaginaos. 

Me dirigí a mi mansión, cogí la maleta que ya estaba preparada des de hace una semana, cogí mi tarjeta bancaria cual me cree sin que mi madre se diera cuenta. Con la tarjeta bancaria tendría suficiente, creo yo, tenía un millón, por si algo así volvía a suceder. Me recorrí la casa con la maleta, para recordarla y me fui hacia el aeropuerto. Una vez ahí, saqué un billete para irme a Ibiza y me dirigí a la sala de espera, ya que faltaba un cuarto de hora para que saliera el avión. Mientras iba caminando, pensando y intentando no derrumbarme, como siempre, sin darme cuenta me caí, bueno, mas bien, me tiraron.

- ¡EH! - exclamé sin saber que decir mientras me levantaba del suelo.

- Lo siento, guapetona - dijo levantándose un chico alto, con pelo castaño y ojos marrones.

- ¿Qué acaba de pasar?

- Estaba haciendo el tonto y te he atropellado, lo siento.

- Pues otra vez mira por dónde vas anda, pero ¿Cómo que me has atropellado?

- Sí, mira guapa - me dice un chico casi igual que él, supongo que su gemelo.

Me enseña un video en su móvil que sale un chico subido en plancha en una maleta roja y con los brazos a los lados, como haciendo el avión y justamente para cuando salgo yo.

- Oh, no nos hemos presentado, yo soy Jesús y él es Dani - responde el chico que habló primero.

- Y yo una chica que tiene prisa, adiós - sonrío sin ganas de hablar y me siento en una silla cerca de ahí para esperar al avión.