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Rosemary fue la primera en conseguir el cinturón amarillo.

— Las niñas maduramos mas rápido que los niños.

— No es verdad. Los niños maduramos antes que los niños.

— Lo veo en la clase de mi hermana pequeña, los niños de su clase parecen retrasados.

— Eso no es razón para no conseguir mi cinturón amarillo.

— No te lo tomas en serio.

— Si me lo tomo en serio.

— Deberías practicar conmigo.

— Vale.

— ¿A que hora?

— No se... Esta tarde.

— La semana que viene tengo una boda y esta tarde me harán la prueba de vestuario, pero serán cinco minutos.

— Esta bien.

¿Hay algo peor que estar en una tienda de ropa? Preferiría cualquier cosa antes que estar cinco minutos en una tiendo. De repente salio ella con su vestido, me empezó a latir muy fuerte el corazón. ¿Que me esta pasando? ¿Por que siento este cosquilleo en el estomago? No me puede pasar esto, ¡es una niña! Y yo odio a las niñas, no me tengo que poner nervioso al hablar con una, ni no saber que decir cuando estoy con ella. Su casa es sencilla y cómoda. Si el karate requiere concentración, yo me concentre en aquel cuarto rosa, allí era donde estaba, en su habitación, ella y yo solos.

— ¿Que te atrajo hacia el karate?

— Brandon.

Brandon es el chico mas aterrador de todo el colegio, esta en quinto curso, aunque debería estar en secundaria.

— ¿Tienes miedo a que te pegue?

— No, solo es que quiero estar preparado si llega ese día.

A quien quiero engañar, estaba aterrorizado.

— Debemos practicar mas.— dijo

— Claro, tenemos que practicar los movimientos.

— Me refería que en otro momento, ya se hizo tarde.

— Claro...se hizo tarde...claro.

No puedo creer que no se me ocurra algo mejor que decir.

Eran vacaciones, la próxima clase seria en tres día, trate de llamarla, pero fue imposible. ¿Que podía hacer? Solo olgazanear con mi patín cerca de su casa. Ahí esta,no tenía ningún plan por si la veía. Venga saludala, no que vergüenza, ¿Que le digo? Solo pasaba por aquí, no eso es patético, yo soy patético. Entre tanto pensar me choque con ella, su cuidadora y su hermanita.

— ¿Gabe?

— Eh...hola...¿co-como estas?

— ¡Ten mas cuidado niño!— dijo la cuidadora.

— Lo siento, y ¿a donde vais?

— Vamos a llevar a mi hermana a un cumpleaños en el parque, ¿quieres venir?

— ¿Yo? Claro.

Llegamos al parque.

— Mira eso— dijo—esos dos niños son de la misma edad. La niña habla, usa las manos... Y el niño babea con un pastel.

— No son de la misma edad.

— ¿Cuanto apuestas?

— Te invito a un helado.

— ¿Perdone?¿ Cuantos años tienen los niños?— le preguntó a la chica que estaba con los niños.

— El niño tienes dos años y medio y la niña es tres meses menor.

— ¿Vamos a por ese helado?— me dijo.

Mi primera cita, llevar a una chica a por un helado. Que guapa es, inteligente, con unos ojos hermosos, es mi tipo. Ni siquiera sabia que tenia un tipo. Lleve a Rosemary por un recorrido que a a cualquiera le enamora.

— Debemos de practicar mas. ¿Que te parece mañana?— dije

— Mañana sábado por la mañana tengo violonchelo y por la tarde tengo teatro.

— ¿El domingo por la mañana?

— Tengo un examen por si consigo entrar en un colegio privado.

— ¿Que?

— Seguro que no apruebo y no tengo que ir si no quiero.

¿Seria capaz de suspender por mi?

— Por la tarde entonces

— Claro

— Seria mejor que vayamos a tu casa

— Esta bien.

Me sentí más libre que nunca. Tenia una cita con Rosemary.

Abc de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora