Viceversa.

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A veces suelo atinarle al número ganador,
eso parece que me hace feliz.
Aunque lo haga solo por una endeble razón,
y es que pretendo ganarte a ti.

No es que te vea simplemente como un trofeo,
pero haría lo que sea por encontrarme en tu cuerpo.
Le pedí a una estrella fugaz un deseo,
pero al ser fugaz tus labios me duraron poco tiempo.

Sé que parece que soy de piedra,
es lo que le dije a mi otro yo.
El amor ya no es lo que era,
ahora entiendo porque el viento te llevó.

No me importaría si se derramara la tinta de mi pluma, mientras no se consuma la semilla que todo lo comenzó.
Es que no me cabe ninguna duda, que después de la bruma siempre aparece el sol.

Inspiración De AtardeceresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora