La mancha azúl

3 0 0
                                    

Era el rimel que llevabas el que marcaba el ritmo de la conversación,
esas curvas monótonas en las que me transporto sin desviación.

Hay veces que los rayos del sol me dejan verte más natural,
tus mejillas y yo
Tu boca y yo.

Eras en esa noche...
Fuimos en esa noche,
dos manchas de colores.
Las que pintamos en esa pared, en ese momento que decidimos llamarle faena, o arte.

Grande fué la salpicadura del color azul en tu rostro,
y encontré en ella la oportunidad perfecta para pedirte matrimonio.

Con una mano atrás me enrosque en tus pupilas que parecían decir un si rotundo,
tanta fue mi maña que le salpique verde a tu rostro, viendo en el
eternamente mi mundo.

Inspiración De AtardeceresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora