CARROLLTON del Sagrado Corazón

Capítulo 11

—Tranquilo, Manu —le explicaba lo sucedido a su representante —La prensa ha sacado las cosas de contexto como es de costumbre. En serio, estoy bien, solamente un poco asustada.

—¿Y Luis? Vi fotos suyas y lo dejaron peor que santo cristo.

—¡Oh, no! No quiero escuchar más la palabra "cristo" como en un millón de años, y menos después de haber sido atacada por un fanático.

—¿Es verdad que te quiso violar? —sonaba furioso. Manu cuidaba de Alba casi como un padre.

—Digamos que Luis no le dio tiempo para llegar a nada más, solo me pegó —como siempre, ella manejaba la información a su conveniencia. Era buena ene eso.

—Y... ¿cómo está tu cara?

—Horrible, tengo el pómulo inflamado y seguro que amanece todo morado, pero no me quejo, sé que pudo haber sido peor.

—¿Quieres que le sembremos cocaína en el maletero de su coche para que se quede un par de años o prefieres que lo dejemos salir y afuera nos encarguemos de que reciba su merecido?

—Ambas ofertas son atractivas —sonrió con maldad. Después de todo ya encontraría la manera de sacarle provecho a la situación —¿Me dejas pensármelo?

—Trataré de ganar el mayor tiempo posible antes de que te obliguen a rendir tu declaración.

—Te lo agradezco mucho, Manu. Emm... ¿podrías hacerme un último favor?

—Por supuesto.

—No quiero que el nombre de Carrollton sea mencionado en el boletín de prensa, es el colegio de mi hermana y...

—No tienes ni que decirlo —dijo Manu comprensivo —Protegeremos a Marina a toda costa.

...

—¿Cómo pudiste cometer semejante salvajada? ¿Qué se te estaba pasando por la cabeza? —los gritos que la morena echaba por el auricular resonaban por todo el recinto.

—Natalia, mi vida... —suplicaba su prometido acariciando el cristal que los separaba.

—¡No, Mikel! Esta vez no pienso caer en tu palabrería. Lo que hiciste no tiene perdón, yo siempre consideré que eras un hombre intachable, respetuoso y de buen corazón, pero te veo y soy incapaz de reconocerte.

—Te juro que no intenté violarla, eso se lo está inventando para perjudicarme y que me refundan aquí dentro.

—Tal vez no intentaste atacarla sexualmente, pero ¡LA PEGASTE! ¡HAS PEGADO A UNA PERSONA!

—Mujer que te acosó sexualmente A TI, yo solo intentaba proteger el honor de mi prometida.

—¡Dios santo, Mikel! Fue solamente un beso, ella no me acosó. Y si te lo conté fue porque nos íbamos a casar y no quería que existiesen secretos entre nosotros, no para que cometieras esa monstruosidad.

—Perdóname, Natalia —le suplicó con los ojos húmedos —Me comporté como una bestia y ahora me siento indigno de ti.

—No soy quien para juzgarte, solamente te pido que no me uses para justificar tu salvajismo. Somos personas, Mikel, no animales.

En ese momento, un agente de seguridad les indicó que el tiempo de visita había terminado y la directora del Carrollton tuvo que abandonar el lugar.

Una vez fuera del área de reclusos, se encontró con el abogado que había sido contratado por el señor Echeverría, el padre de Mikel.

—¿Cómo está la situación de mi novio? —preguntó preocupada —Sea honesto, por favor.

—Luis Herreros declaró que mi defendido intentó abusar sexualmente de la señorita Reche, y con los golpes que presentó es muy probable que el jurado le compre la historia.