♠ Mafia ♠

8 - Kevin

- ¿No me escucharon, bastardos? - gritó con fuerza Kevin - Si vuelven a molestar a Doble d, se las verán conmigo - y esa amenaza fue suficiente para que los tres bravucones se alejaran rápidamente sin decir nada.

Por un momento solo se escucharon las pisadas despavoridas de esos jóvenes que no querían volver a recibir otro golpe por parte del chico más fuerte de Pech Creek.

- G-gracias, Kevin - dijo nervioso Edd, mientras intentaba levantarse del suelo. Traía su ropa sucia por la tierra, y tenía ciertos raspones en sus rodillas y brazos. Kevin, al verlo, sintió un poco de lástima, especialmente al ver esos ojos llorosos. Hacía que recordase los días en que molestaban a su hermana.

- No hay de que - mencionó extendiendo su mano para ayudarlo a levantarse - Pues...ya sabes. Si tienes de nuevo problemas, solo tienes que avisarme

El pelinegro secó sus lágrimas rápidamente luego de escucharlo, y le entregó una sonrisa genuina.

- Esta bien - respondió suave, provocando que su pecho apretara de una forma extraña al verlo. Repentinamente, notó que aun no soltaba su mano de la del pelinegro, y con un espasmo nervioso se separó de Edd.

- O-ok...debo irme. ¡Nos vemos después, Doble tonto! - y salió lo más rápido posible del lugar, tratando de evitar a consciencia mirar hacia atrás, en donde se encontraba el chico de la dulce sonrisa.

Se subió a su moto, y se dirigió a su casa. Llevaba tiempo sintiéndose extraño ante su muy antiguo vecino. No entendía muy bien la razón de por qué comenzaba a sudar frente a él y de por qué su corazón se agitaba enormemente ante sus sonrisas.

Se preguntaba si estaba bien haberlo dejado solo. La última vez que lo había ayudado, lo había llevado consigo en su motocicleta. Se había sorprendido de lo poco que se quejó esa vez. Sabía muy bien lo miedoso que era para esas cosas.

....

Los otros días en la escuela estuvieron normales. Los bravucones ya no molestaban a Edd, parecía que el dicho "la tercera es la vencida" era cierto. Por alguna razón, comenzó a acercarse más a Edd, y comenzaron a tener mayores conversaciones. Se sorprendió bastante que uno de los Ed's fuera tan interesante. Podía quedarse horas conversando con él después de clases y, con esto, descubrió que no le molestaba escucharlo hablar de astronomía. Cuando notó que estaban volviéndose más cercanos, decidió pedirle ayuda con sus clases de biología y matemática, logrando mejorar con creces sus calificaciones.

Algún que otro le preguntaba si es que no se preocupaba de lo que pudieran decir los demás por estar juntándose con Edd, por juntarse con un "Maricón". Y él les respondía que si hay alguien a quien le molestase, pues tenía que decírselo a la cara.

.....

- ¿Qué haces aquí Doble d? - preguntó sorprendido de verlo a las 23:00 hrs frente a su puerta. No era para nada habitual... menos para quien consideraba que podía ser el chico más nerd de la escuela.

- Gracias por responder a mi mensaje - dijo mientras entrelazaba sus dedos de manera nerviosa - ...L-la verdad es que no podía conciliar el sueño

- ¿A qué hora te duermes? - preguntó divertido apoyándose en el marco de su puerta.

- N-no te burles, por favor - le sonrió nervioso.

- Esta bien, esta bien... ¿Qué sucede? - preguntó entre risas. Por alguna razón, hablar con Edd se le daba con mucha naturalidad. Se divertía y se sentía en un ambiente cómodo cada vez que compartía con él.