14: Jeno

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2019

-¿Por qué siempre me evitas...?- Renjun estiró las comisuras de sus delgados labios y mis ojos siguieron el movimiento de su lengua al humedecerlos- Olvídate de ese lobo, ven conmigo.

Solo pude oprimir la punta de mi lengua contra el interior de mi mejilla, en un intento vago de relajar mi cuerpo. El pequeño vampiro frente a mí, borró todo rastro de una sonrisa en cuanto mis ojos solo demostraron frialdad.

No puedo hacerlo... quise decirle eso, decirle que desde el momento en que esos adorados ojos marrones se fijaron en mí, fui condenando a darle una parte de mi alma, la cual creí que se había extinguido.

Renjun y yo éramos prácticamente iguales, ambos seguíamos sin comprender para que habíamos venido al mundo. La diferencia estaba en que él disfrutaba caminando hacia el infierno. Yo, en cambio, agradecía que ese pequeño lobo me hiciera sentir un poco alejado de ese lugar.

-Regresa a casa, y no se lo digas a nadie.

Procuré hablarle con calma, demostrarle que una parte de mí, no jalaba desesperada por quedarme con él.

Si tan solo sus manos soltaran mi brazo.

-¿¡Te irás!?-... y ahí está el verdadero Renjun, el de antes fue solo un intento por manipularme- ¡Bien vete, espero que esos lobos te destrocen por tocar a un cachorro!

Y así cómo clavó sus uñas en mi piel, al segundo siguiente, me encontré solo en medio de un bosque silencioso.

Él nunca logrará comprenderme. Nunca comprenderá que preferiría haber muerto en un frío terreno con cadáveres y bombas estallando a mi alrededor. Él está agradecido conmigo, yo estaré eternamente resentido con Doyoung.

Pero el destino es un maldito embustero, te hace creer que te conducirá por un lado y, de repente, te arrastra hacia el lado contrario.

No sé qué hora es, no sé cuál es mi plan. Siquiera puedo acercarme a su casa sin estar seguro de que no seré asesinado en menos de cinco segundos por lobos de gran tamaño, si eso sucede, desataré una guerra entre clanes, la manada de pulgosos irá contra nuestra familia.

Y todo será mi culpa.

Pero solo necesito acercarme lo suficiente para verificar que mi aroma ha quedado en su piel. Dios, nunca creí que el olor a un vampiro podría quedarse en el cuerpo de un lobo... Oh diablos... hago memoria de la ropa que le di, de su rostro sonrojado acatando mis órdenes. Pero no lo hizo ¿Cierto?... claro que no lo hizo...

Con agilidad me acerco entre las sombras hacia la primera cabaña hecha con tablones de madera. Corro con suerte de que su morada quede alejada de la manada, en las historias que otros me han narrado sobre hombres lobos, siempre sucedía que una manada vivía en cercanía. Doyoung dijo que esta vivía en lo alto de la montaña.

Pero la casa de Jaemin quedaba alejada, me gustaría saber la razón.

Al contrario de los lobos, nuestros sentidos no se desarrollan como los de ellos, tenemos la fuerza y velocidad, pero solo servimos para ver en la oscuridad. Debido a esto, debí tener sumo cuidado en siquiera quebrar una rama o tendría a esos perros gruñendo contra mi rostro y, en un instante, mi cabeza rodaría por el suelo.

Entonces, como por arte de magia o del maldito destino, él sale de su casa, con un gorro de lana en la cabeza y un holgado suéter acompañado de una bufanda roja. Tragué saliva recorriendo con mis ojos su cuerpo. Ha dejado la puerta abierta y procuro esconderme lo mejor que pueda en la oscuridad de la noche.

Entonces sonrío.

Soy un jodido demonio desalmado, irónicamente, soy un demonio a quien este chico, le retuerce el alma de ternura.

Inferum  {Nomin//Markhyuck}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora