Galletas de Nata

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El entrenador huele a galletas de nata.

Fue mi primer pensamiento al pararme junto a él.

Estábamos en entrenamiento de voley, a excepción de mi y otros mas, la mayoría de los chicos eran nuevos y el entrenador al estar solo le era un poco difícil controlar a los adolescentes.

Después de todo el es un Omega.

Esos serían los pensamientos recurrentes, sin embargo el entrenador no es un Omega normal, el es brusco y masculino talvez un poco enojón, pero es un buen hombre.

A pesar de estar solo contra una banda de adolescentes Alfas, Betas y Omegas que apenas se estaban presentando en la pubertad, era formidable y no se rendía fácilmente.

Mantuvo a raya a los betas y omegas, también a los alfas, aunque algunos no lo respetaban lo suficiente.

Yo soy una Omega, pero a pesar de serlo mi olfato es muy sensible a los aromas a mi alrededor, casi comparable a los alfas.

Por ello cuando en un descanso el entrenador estaba cerca de mi pude olerlo fácilmente.

Talvez el imaginaba que yo al ser Omega como el, no le afectaría y por ello bajo sus defensas, mostrando ese peculiar aroma.

Galletas de nata.