El vigésimo tercer día.

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El vigésimo tercer día quise teñirme el pelo. Los planes de bailar se habían cancelado y a pesar de que Jimin insistía en que podía hacerlo solo, me negué. Iba a presentarme cantando. No iba a bailar una coreografía que hice con Jimin, sin él. Simplemente no. Por lo que me dediqué a mejorar mi vestuario y así estar presentable cuando cante.

Pero todo lo que me podía salir mal, salió mal. Mi pelo era azul. Se suponía que me lo teñirían de rojo, porque es el color que Yoongi siempre decía que me quedaría bien. Y ahora estaba azul. No me quedaban fuerzas para quejarme. Agradecí el tiempo, acepté las disculpas, y me fui a llorar a casa. Los días sin vos eran miserables.

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