Estaba sentada en mi pupitre como de costumbre, esperando el momento en que el profesor Julián me hiciera una de sus preguntas imposibles, porque simplemente el consideraba que yo no ponía atención en clase. De repente, un profesor nuevo entra por la puerta.
–con su permiso profesor Julián
– no pasa nada profesor André siga
– bueno jóvenes vengo a informarles que tendremos un nuevo programa en la institución, será un grupo de robótica se les impartirán talleres para que adquieran los conocimientos necesarios para que este club cumpla su objetivo, necesitamos mínimo 30 estudiantes, los que estén interesados por favor síganme a la sala de sistemas-.
-Interesante -¿será que voy? mmm...-sí, iré con tal no me perderé de mucho-.
DÍAS MÁS TARDE
Llegue al salón donde se supone que nos darán la clase.
-wow¡¡ parece que hay mucha gente- en segundos todo el mundo se acomodó en su pupitre.
llego el profesor, nos empezó a dictar la clase y luego al parecer puso un taller.
-no entiendo nada de lo que dice, que se supone que deba hacer ¡ay dios mío! que hago, -de repente algo cautivo mi atención - era un muchacho alto, tenía cabello claro y un poco desordenado, pero no al punto de parecer un nido de pájaros, era como si su cabello cobrara vida y simple mente decidiera lucir un poco cool.
-oye... –volteó a mirarme –emm, ¿tú entiendes algo? Es que yo no capto nada – sonrió ¿se estará burlando de mí?
–Si quieres puedes copiarme- me respondió, sonreí.Meses después esas sonrisas se hicieron más constantes, eso que empezó como una simple amistad lentamente se convirtió en algo más sin darnos cuenta ya éramos pareja, ya no solo hablábamos en las clases también teníamos nuestros números, hablábamos todo el día y al anochecer tardabamos mucho en despedirnos, luego empezó a venir a mi casa, conoció a mis padres, le agradó incluso a mi adorable gato kuro.
También teníamos charlas estúpidas, que llegaban en el momento en que no sabíamos de qué hablar o simplemente ya nos habíamos contado absolutamente todo lo que habíamos hecho durante el día era muy divertido, sabía muchas cosas de él, su nombre era Juan Diego, pero odiaba que le dijeran Diego, que cumplía años el ocho de marzo, era piscis, que odia el ajo, que era hijo único –igual que yo-, incluso llegamos al punto de preguntarnos ¿si llegáramos a tener hijos, cuantos te gustaría tener? -ambos estuvimos de acuerdo en tener uno- "si es niña se llamará Helena " si, lose el hecho de decidir el nombre es algo ridículo pero vamos comprendan el amor hace cosas raras en la gente.
Los meses se convirtieron en años e incluso nos graduamos, todo esto paso en un abrir y cerrar de ojos.

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UN GOLPE CONTRA LA REALIDAD
Short Story"Existe el amor en este mundo de eso estoy segura es la expresión, la etiqueta del amor que es difícil encontrar" una historia de amor.