Los murmullos de la gente se detuvieron. El mar de disfraces temáticos se detuvieron un segundo. Fue el segundo mas largo de mi vida, y que sin embargo pasó en un instante.
Pude sentir como el aire subía por mi pecho, mientras arqueaba mis labios, listo para decir palabra.
—Mira —golpee a mi amigo para llamar su atención —. ¡Ven! Es un cosplay de Uah ¡Que único!
Caminé. Tuve cuidado al bajar el pequeño escalón marcado con cinta amarilla con líneas negras. Me abrí paso entre un par de personas haciendo cosplay de Dragon Mall y de TeroNe, con precaución esquive los accesorios de una Ocho colas y entonces llegué a mi destino. No pensé en nada, mi cerebro se desconectó, y mis ojos solo miraban con asombro a aquella cosplayer de Uah, la cuál estaba frente a mi.
—¿Me regalas una foto? —pregunté sin permiso, y sin él tartamudeo de vergüenza que solía adornarme.
Escuché unas risas en el aire. Eran las amigas de Uah, que caminaban detrás suyo, con un bajo perfil.
La chica se acercó a mi con una media sonrisa, y un sonrojo en sus mejillas y frente.
—Su-Suupongoo —tartamudeó.
Sus amigas se hicieron a un lado, no sin antes murmurar un típico "Uuuuh" en forma de burla, se pararon junto a la oficial Neny, que se estaba tomando fotos con sus fans.
Uah levantó sus brazos y haciendo imitación de una pose característica del personaje, sonrió.
Hice una seña a mi amigo con la mano izquierda y con la otra mano levante mi espada cutter sobre mi hombro y posé como lo haría mi personaje. ¡Click! El obturador sonó y de inmediato recupere el aire. Mi amigo me apunto con la mirada y me hizo un gesto de aprobación. Asentí. Giré hacia mi izquierda para cruzar miradas con Uah y le sonreí.
—Muchas gracias —le dije, mientras hacía una reverencia casi invisible.
El rubor en su frente aun la pintaba, y el blanco de sus ojos parecían estrellas que iluminaban la sala.
Y así, sin mediar palabra, se alejó de mí y fue a cuchichear con sus amigas. Yo regresé a mi esquina junto con mis amigos, quienes disfrutaban del evento.
Baje mí espada para descansar el brazo y como si alguien me controlara, mi cuello giró hacia las escaleras del piso; Uah se había marchado. No le di mas importancia, yo tenia mi foto.
Empece a charlar con mi amigo fotógrafo acerca de un nose-que-que-se-yo que habíamos visto en el 3er piso.
—Vaaale —dije, con ánimo intermedio.
Pero entonces, ella regresó. Uah y sus amigas habían vuelto al piso donde estábamos en menos de 3 minutos. «esta bien, esto es raro» pensé, a la par que esbozaba una sonrisa. El trio de amigas se detuvo a pocos metros frente a nosotros y bajaron sus pertenencias al piso. Uah tomo su mochila de un sólo tirante y comenzó a buscar algo con ahínco, mientras se veían y sonreían entre sí.
Algo me conmovió, no se lo que fue. Quizás el hecho de que ellas se lo estaban pasando bien, sin fijarse en sus cosplay, o en los demás siquiera, solo eran ellas disfrutando de un buen fin de semana.
—Oye —mis amigos me llamaron, estaban prácticamente al lado de Uah y me llamaban con prisa—. Apúrate, vamos arriba.
Agite levemente mi cabeza, mientras regresaba mi mirada hacia el trio de amigas. Sentí un retorcijón en mi pecho, pues prácticamente estaba susurrando para mi solo y pensando «¿Como te llamas?»
Un tajo de hierro caliente atravesó mi cuello, y no me permitió decir palabra.
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Nuestra Foto
Romance¿Que de que hablo? De ellos y nosotros, alguna vez una bonita sonrisa me flechó en un concierto, en otra ocasión una joven de cabello marrón me sonrió incontables veces en el metro, y yo jamas me di cuenta. De eso hablo, de las millones de historias...