I

2.8K 53 6
                                    

Viernes, 14 de Julio, 2017.

Michael estaba sentado en su escritorio, acomodando y revisando todo el papeleo del mes anterior, un asesinato en uno de tantos parques y recordó lo pesado que había sido. La terrible forma en que el chiquillo había quedado y el rostro cínico del asesino cuando había sido condenado. Mientras tanto David revisaba los registros de su computadora donde tenia al día los casos en los que su nuevo compañero desde hace dos semanas había trabajado.
Michael ya había echo eso casi desde el primer día en que ambos fueron emparejados. De repente el teléfono sonó.

—Harvey, homicidios —Se quedó escuchando lo que se decía en el teléfono. —No muevan el cadáver, vamos para aya.

Se puso el saco, se acomodó y le tocó el hombro a su compañero. —Vamos.

—¿Qué tenemos?

—Homicidio, obviamente. En las afueras.

Subieron al auto, realizaron un par de llamadas y partieron a la escena.

—¿Y ahora quién fue? —dijo David.

—Un hombre, al parecer un muchacho, apuñalado según nos dijeron los uniformados.

Llegaron a la escena del crimen, había tres policías afuera de la casa y dos patrullas. También una ambulancia la cual había quedado retenida y esperando, ya que los uniformados habían ordenado que el cadáver fuera movido hasta que Michael y David llegaran. Era una casa pequeña con un jardín poco espacioso, ventanales normales y una pequeña puerta de entrada de madera. Entonces los dos oficiales bajaron del auto y entraron a la casa.

Caminaron y ambos mostraron su placa. —Detective Michael Harvey, homicidios.

—David Kings, homicidios también —repuso David.

—¿Qué tenemos oficial?

El uniformado respondió a ambos. —Edward Vicenz, veintiséis años, lo apuñalaron en su habitación.

—¿Quién dio el aviso? —preguntó David.

—Elizabeth Cody, dice ser la novia de la víctima.

—Bien, veamos que tenemos David —Dijo Michael. —¿Dónde esta la novia?

El oficial señaló hacia un sillón en la pequeña sala, estaba ahí sentada y destrozada. Lloraba silenciosamente mientras miraba hacia abajo y con su mano derecha tapaba su boca. Mientras tanto, David miraba hacia cada lado de la habitación en la que estaban, la sala era pequeña y el comedor se encontraba en la misma pieza. Al fondo un pequeño pasillo a donde se veía la entrada a una habitación, seguramente la recamara. La casa era un lugar pequeño, máximo para tres personas.

—Hola Elizabeth, soy el detective Michael Harvey, mi compañero David y yo queremos hablar contigo —dijo de manera calmada Michael.

La chica miró lentamente al rostro del detective y temblorosamente le dio el saludo. El detective se puso en cuclillas mientras sostenía la mano de Elizabeth, después la soltó y guardó la placa que le había mostrado cuando se presentó a ella.

—Digame Elizabeth, ¿Qué fue lo que paso? ¿Los atacaron? Entiendo que usted es la novia de Edward.

—Su prometida, íbamos a casarnos. —Dijo Elizabeth llorando aun.

—De verdad lo siento Elizabeth. Ayudeme, digame que fue lo que paso, para que podamos capturar a quien hizo esto.

—Venía a verlo, lo busque por todos lados y no me respondía, entré a su habitación y estaba ahí, bañado en sangre en su cama. Después los llamé.

EL ANILLODonde viven las historias. Descúbrelo ahora