Frankie había pasado un rato en casa de un amigo, estaba algo asustado y confundido por la visita que había tenido hacía dos horas. A pesar de saber que nadie lo buscaba, algo en el le daba una corazonada de que algo raro estaba pasando a su alrededor. Por lo tanto decidió mentir y protegerse cuando aquellos dos policías le habían hecho esas preguntas. «Fue una suerte que me detuvieran antes de entrar a mi casa o me hubieran detenido, aunque no tuviera nada que ver con aquel robo, lo otro es algo que si me tiene preocupado » iba pensando mientras hacía el camino de regreso.
Sabía en que se había metido desde que aceptó la invitación y el también sabía que a partir de ese momento se había condenado. Nada seria lo mismo. «Caminar sintiendo que alguien te va persiguiendo es una sensación horrible » seguía pensando. Caminaba por la acera pues decidió regresar caminando a su casa, ahora estaba seguro de que aquellos dos policías se habrían ido. También pensaba en una solución sensata, en una cuartada que lo ayudara a salir de esto y pudiera olvidar ese episodio, que aunque pequeño, lo había marcado de por vida. Ya se lo habían dicho, pero jamás escuchó.
Esa parte de la ciudad era particularmente sombría y el alumbrado publico solía fallar. Era un barrio feo donde Frankie vivía. Un barrio que con los años se había ido descomponiendo. Cuando el llegó ahí sabía que su vida tendría un nuevo comienzo. A el no le importaba la mala reputación que un barrio tuviera. «Ya suficiente sufrí de eso con mis padres, estando solo no tendré que responderle a nadie por mis propias cosas » Eso había dicho el día en que se mudó hace casi dos años. Cada que se se sentía solo o apresado pensaba en sus palabras de ese día y las repetía una y otra ves hasta que recuperaba la seguridad. Y es que si de algo estaba orgulloso, era de haber abandonado su casa y haberse mudado. «Malditos viejos arcaicos e ignorantes » decía cuando recordaba la homofobia con la que su familia lo había tratado. Era por eso que vivir en ese barrio no le importaba, según el, si sabia todo lo que había de saber sobre rechazo y prejuicio. Otro mártir de las ideologías se sentía el.
Todo lo anterior eran los pensamientos que inundaban a Frankie cuando se sentía filosófico. Por que en la realidad era un tipo muy distinto. Pero ahora que caminaba a su casa un poco más tranquilo, era el momento ideal para dejar salir sus ideas.
Siguió caminando y de lejos vio su calle, se detuvo un poco a mirar si aquellos policías no andaban rondando por ahí. Las sombras no delataban mucho, solamente un auto estaba estacionado en la calle. Seguramente una de las tantas visitas que acostumbra a recibir la señora Carmody, la vecina del frente, que estando llena de nietos, los recibía a cada momento.
Caminó hacia su casa y contempló que las luces estaban apagadas. Por alguna razón estaba siendo más cuidadoso que de costumbre y más los últimos días. Sacó sus llaves y abrió esa gastada chapa. Entró, miro de nueva cuenta todo y prendió las luces.
«Al fin, mañana es domingo » pensó, se dirigió a su habitación, una pequeña pieza ordenada. Una cama individual y muebles limpios. Una bandera multicolor colgada en su cabecera y un amplio closet con montones de ropa. Se quitó la ropa y se vistió con un atuendo de descanso. Se sentó un momento en su cama y contempló el objeto brillante que había encontrado tirado hacia unos días. Lo tomó, le dio una mirada y volvió a dejarlo en el buró.
Se puso de pie y fue a la cocina, buscó unas galletas y tomó un paquete, después al refrigerador. Sacó una cerveza y se fue a la pequeña sala donde encendió el televisor. Aunque pequeña, todo en el interior de la casa estaba perfectamente en orden o por lo menos en su lugar.
Sacó su celular y se puso a revisarlo. Si algo le gustaba y pasaba horas haciéndolo era eso. Revisar sus redes sociales y estar al tanto de todo era algo que lo distraía e incluso lo llegaba a mantener despierto.
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EL ANILLO
Mystery / ThrillerA unos meses de su boda, Edward Vicenz es encontrado muerto en su pequeña casa. Una muerte sangrienta y sin testigos aparentes. Su prometida Elizabeth ha quedado destrozada por el horrible crimen que se ha cometido. Sin embargo del asesino no se ti...