Confesiones y respuestas inesperadas

48 5 0
                                    

All:

Corrí tan lejos como podía con los pulmones a tope, no tenía ningún destino fijo, solo quería alejarme. El pecho me dolía horriblemente ¿por qué me importaba tanto? Que el me odiaba, o por verlo con otra persona... no podía ser, me detuve en un peculiar parque que había n la urbanización, me acerque a un árbol y me deje caer en su falta y me cubrí la cara con... una frustración inmensa ¿por qué sentía hasta ganas de llorar? No me debía importar. Desde que le conocí había sido horrible conmigo, me solía hecha, insultar y menospreciar, pero al querer alejarme cambiaba. No lo entendía, quería hacerlo de una vez, pero no podía distanciarme de él, las preguntas me inundaban la cabeza, me sentía agobiado y... triste. Escuche unos pasos en el pasto, levante la vista. ¿Por qué tenía que ser el nuevamente, sentí un apretón más irritante y me levante para retroceder unos pasos.-Déjame.

-All... solo déjame...

-¿Qué? Decirle a quien te encuentres que soy un maldito estorbo y prostituta. Pues ya me di cuenta.

-No, es solo... no te lo explicare, solo necesito que regreses a casa.

-Para que me trates de nuevo como una basura. Si tanto me odias no me hables, tengo suficiente... con esto.-repuse antes de agregar algo más revelador.

-No lo entenderías.

-Lo entiendo muy bien. No necesito tu lastima, te he dicho que me basta y sobra.

-Si te lo digo... me odiaras.-agrego ladeando su cabeza con algo de estimación, como si quisiera tener cuidado de algo.

-Tú me odias más de lo que podría llegar a hacerlo yo.- dije con pesar, me dolía demasiado. Deseaba con todas mis fuerzas que no me importara pero parecía un maldito imán.-Solo me iré y...

-¿Qué pasaría...-interrumpió. –¿Qué pasaría si dijera que... te aprecio más que lo que debería?

-¿Qué?... Oh por favor ¡tengo más que claro que me odias! Como todos lo hacen.-tuve cuidado con mi tono de voz para que no se quebrara.

-¡No! Hablo en serio. Tu... eres muy especial y...- ya era mi colmo quería que se dejase de estupideces, me acerque y lo empuje con un dedo.

-No intentes eso conmigo. Solo querrás un favor y luego desechas, no eres la diferencia.- él no se atrevió a mirarme.

-Si es lo que quieres...-continuo y explote.

-¡Estoy harto! ¡No quiero apegarme a alguien para que luego me deje! No quiero ser menospreciado, quiero ser importante para alguien! ¡¿Crees que estoy bien con eso y ya?! ¡No lo entiendes! N-no lo entiendes...-mi voz se quebró y me cubrí la cara, quería dejar salir toda la frustración, pero nadie debía saber nada, no quería cometer los mismos errores. Necesitaba de alguien, pero nunca lo habría. La vista se me cubrió cuando él me rodeo en un abrazo, era... cálido. Quería empujarlo y maldecirlo, pero tenía una horrible sensación de necesidad, con dolor me aferre a él, y me forcé a no llorar, no quería que se viera mi debilidad, odiaba eso, pero la calidez que me rodeaba me ablandaba. Después de mucho no había abrazado a alguien.

Sin decir nada volvimos a casa, no estaba aquella chica; lo cual me alivio de cierta manera, no le dirigí la palabra hasta ir a mi cuarto y me acosté para dormir lo más pronto posible.

Erick:

El día siguiente al despertar me quede sentado recordando todo lo del día anterior, y me termine golpeando con la cabecea de la cama, lo cual termine lamentando. Casi le había confesado a All lo que sentía, tremendo genio era yo. Debía de actuar como si no hubiera pasado nada, al bajar y verle en la cocina vi que él también había tomado esa decisión. Tome el periódico para ver las noticias matutinas, él había servido aunque era mejor distraerme con el periódico, el carraspeo la garganta y mirándome, aparte el periódico con torpeza.-Oh perdona. Dime.- ¿él me iba a decir algo? Por ello había hecho un desayuno tan elaborado...

Become my EverythingWhere stories live. Discover now