Los días habían pasado con rapidez y el primer partido amistoso había llegado. Casi todos los jugadores estaban muy tristes porque le habían quitado la beca al nuevo integrante.
Diego era el más feliz con todo esto, porque le había demostrado a su pareja que los Omegas no pueden con tanto, pero Francisco tenía una carta bajo la manga. Todo estaba planeado, el Pulpo dejaría a los árbitros encerrados mientra que Vito se encargaría de traer a Felipe hasta el IAD.
Cuando se terminó el primer tiempo Francisco corrió a la entrada del Instituto Académicos deportivos para encontrase con Gabo.
—¿Que pasa Francisco? ¿Para qué me ha citado aquí? Yo ya debería estar viajando a mi pueblo...
—Descubrí porque estas fallando Gabo y se que yo no podré arreglar nada y es por eso que he traído a alguien especial.— Lo dice con un gran sonrisa viendo a las personas que bajan del auto.
—Felipe...— susurra sin poder creerlo. Sin pensarlo ambos se acercan con rapidez para darse un fuerte abrazo.
Todos los presentes estaban tan concentrados en el emotivo momento he no se dieron cuenta que uno de los Alfas Guevara se acercaba con el ceño ligeramente fruncido.
—¿Se puede saber por qué estás aquí papá? —Pregunta sorprendiendo a todos. Los Omegas más pequeños por instinto bajaros sus miradas, pero Lorenzo no estaba conforme con eso por por lo que se acerco al castaño perteneciente a los Halcones.
—Lorenzo... ¿Qué haces acá? Deberías estar en los camarines junto al resto del equipo.— Responde con rapidez Vitto intentando desviar la atención de Lorenzo, ya que este no dejaba de mira a Gabo.
—Mi padre me ha mandado por ti.
Francisco asiente y mira a los otros dos Omegas con una sonrisa cómplice.—Felipe, se que te emociona volver a ver a tu mejor amigo, pero él debe ir a prepararse para que pueda demostrar su magia.
Todos los presentes asienten a lo dicho, pero uno de ellos está confundido y un poco molesto. Cuando todos avanzaban el menor de los alfas Guevara toma bruscamente a el castaño omega del brazo.
—¿Qué haces aquí Gabo? Se supone que estarías esperándome.
Pregunta en un susurro para que los que iban más adelante no escucharan, no quería llamar la atención de su papá ya que este era el que más enojaba cuando trataban mal a uno de su misma casta.
—Yo no te iba a esperar, solo estoy aquí porque Francisco me lo ha pedido.
Responde con seguridad, eso dejo bastante desconcertado al número nueve de los Halcones, así que aprovecho que había soltado un poco su agarre para tratar hacia donde se encontraban los demás, no podía negar que toda seguridad se esfumó cuando vio el ceño fruncido de Lorenzo, pero tenía que demostrar que los alfas no son superiores.
Cuando el castaño entró a los camarines ninguno de los chicos estaba ahí, por lo que con rapidez se puso el uniforme del equipo, al estar listo salió del vestuario y se encontró con un sonriente Vito.
—Vamos Gabo que hay que darlo todo en la cancha, hoy vamos a demostrar que tu puedes y que realmente haces magia con la pelota.
Con los nervios a flor de la piel sale a la cancha y que lo lejos escucha como el D.T pide el cambio, no se sentía seguro con la mirada de Diego, aunque todo esa inseguridad se fue cuando el fuerte grito de su mejor amigo se escucha por toda la cancha.
—Tu no deberías estar aquí Gabo, ya no perteneces a los Halcones.
El más bajo solo sonrie y se encoge de hombros, a paso rápido se acerca al centro de la cancha, y antes de que el árbitro pite le responde a su compañero de equipo.
—Tu solo confía...
El más alto queda con las palabras en la boca, ya que el segundo tiempo había comenzado, todos estaban atentos a cada movimiento que hacía Gabo, nadie podía creerlo, el castaño estaba les estaba demostrando a todos que era realmente bueno en el fútbol y eso no tenía nada contento a los Guevara.
Los minutos del segundo tiempo ya habían pasado y todos estaban realmente felices por el resultado final, los Halcones salieron victoriosos gracias a a magia y presión de Gabo.
—Bien chicos quiero felicitarlos por el partido de hoy, se que solo era un amistoso, pero aún así se que lo dieron todo. Pueden cambiarse he ir a celebrar.
Al terminar de decir su mini discurso el D.T se retira del vestuario para darles un poco de privacidad a sus jugadores, en el trayecto se encuentra con su pareja el cual no estaba nada contento.
—¿Me puedes decir que fue eso?
—Te hice caso, me dijiste que hiciera lo necesario para ganar y así lo hice.
—Esto es una indisciplina, y tu lo sabes muy bien. Te estás buscando problemas Francisco...
Quería discutirle aquello al más alto, pero sabía que eso le traería aún más problemas así que solo asintió y siguió con su camino a la oficina de la directora del I.A.D.
—Nos vemos luego, ahora tengo una reunión con Vito e Isabel.
Se quiso golpear por decirle, pero habían cosas que jamás podría cambiar en su actitud e informarle las cosas que hacía a Diego era una de ellas.
—Te espero, tenemos algunas cosas de las que hablar y hoy Ezequiel y Lorenzo estarán en casa. Se que no te gusta que estén presentes cuando discutimos, así que lo haremos en otro lugar.
Si, tarde años en subir el capítulo, pero realmente la escuela me tenía agotada y consumil toda mi imaginación. Quizás ni sentido tenga el capítulo, y lo más probable es que luego cambie algunas cosas, pero aquí se los dejo. Y por favor díganme que les gustaría para el siguiente para hacerme una idea de lo que quieren.
¡GRACIAS POR ESPERAR! 😊😋
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O11CE😈
Fiksi PenggemarGabriel Moreti es un omega que le ofrecen una beca para que pueda entrar al Instituto Académico Deportivo mas conocido como el IAD. La vida de Gabo cambiara radicalmente cuando entre al IAD sin su mejor amigo Felipe..., aunque no estarán tan lejos y...