Cuarto Capítulo

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¿ Empezar a aprender ó aprender a empezar?

Sigo recordando la sensación que me provocaron sus brazos en mi piel la segunda vez que nos vimos.

Yo estaba colgando carteles,cuando noté una mirada clavada en mi nuca, no le di importancia. Segundos más tarde me di cuenta de mi error, unos brazos me rodearon,me estremecí...

Antes de girarme su voz fluyo por mis oídos provocándome escalofríos. Estaba tan hipnotizada por su voz que no pude entender lo que me había dicho, cuando salí de mi trance, me di cuenta de que el se había ido, pero no solo se fue el , el cartel que hacia unos instantes yo misma había colgado ya no estaba.

Me pase el resto de la mañana colgando carteles en diferentes establecimientos escolares, hasta que decidí que ya era suficiente y volví a casa.

Una semana más tarde mi madre me llamó contentísima diciéndome que habíamos encontrado dos personas con las cuales iba a poder compartir piso. No volvimos a hablar del tema hasta que llegó agosto.

El 21 de agosto fui al cementerio,no me había atrevido a ir desde el fatídico día donde perdí a una de las personas más importantes de mi vida. Me dirigí a su tumba me arrodille delante de esta y deposité un ramo de flores mientras prometía no olvidarla nunca.

Abandoné el cementerio y me dirigí al coche donde me esperaban mi madre y mis maletas.

Abrí la puerta y me senté, destrozada, como si me acabaran de dar un bofetón. Mi madre me abrazó,seguidamente se apartó , me acarició el mentón, y se dispuso a arrancar el coche.

Durante todo el viaje nos acompaño un silenció sepulcral pero sin embargo cómodo. Yo miraba por la ventana y ella se concentraba en la carretera  mientras mis ojos se disputaban en una batalla para permanecer abiertos sin éxito.

Al llegar a mi destinación mi madre me despertó cariñosamente, me ayudo a incorporarme y nos dispusimos a llevar todo mi equipaje a lo que era mi nuevo piso. Al llegar a este, me encantó,y como no había nadie pude escoger mi habitación, escogí la que tenía balcón por el simple hecho de que me encanta leer y dibujar mientras el sol desparece entre las montañas.

Minutos más tarde mi madre se marchó, empece a organizar y a personalizar mi habitación, mientras me preguntaba como serian mis compañeros de piso.

Horas más tarde llegó la que sería mi compañera de piso, deje lo que estaba haciendo y la fui a saludar. Estuvimos toda la tarde en nuestras habitaciones instalándonos.Al caer la noche nos reunimos y decidimos que la mejor manera de conocernos seria preparando juntas la cena. La verdad es que mientras cocinábamos, aún nos preguntamos porque lo hicimos, pero el caso es que empezamos una guerra de comida. Ella llevaba un cazo en la cabeza y una tapadera en la mano que utilizaba como escudo , mientras que yo llevaba un bol como casco y un cucharón en la mano. En el mismo momento en el que Taiane, ese era su nombre, me lanzo un vaso de agua el timbre sonó.Nos dirigimos muertas de la risa a abrir la puerta a lo que nosotras supusimos que seria nuestr@ tercer@ compañer@.

 Al abrir la puerta nos encontramos de frente con unos ojos miel inexpresivos, entonces me di cuenta de quien era, era el chico misterioso. El chico empezó a reírse, no comprendíamos porque, hasta que nos miramos y nos dimos cuenta de lo ridículamente graciosas que estábamos,Taiane estaba llena de harina y zumo, y yo iba llena de agua y arroz .Muertas de vergüenza lo invitamos a pasar.

Mientras el se instalaba nosotras nos duchamos. Al salir de la ducha encontré un sobre en mi cama, en el se leía , "solo abrir en caso de emergencia". Lo guardé y me pregunte si sabría en que momento abrirlo.

Pasaban los días y las clases ya habían empezado, mi relación con Taiane se iba haciendo más fuerte, mientras que nuestro compañero de piso permanecía desaparecido desde la mañana del segundo día que estábamos allí.

La Universidad nos ocupaba mucho tiempo así que no nos preocupamos por él hasta que ...



Sir BizzleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora