¶Capítulo 1

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Llegué a clase. Era el primer día de curso y desafortunadamente me había tocado en otra aula, separada de mis amigas. Gracias  a Dios, conseguí que me cambiaran de aula antes de entrar en la otra, pero había gente nueva. Me senté delante de un chico rubio, muy guapo, y de unos hermosos ojos verdes. Debía ser uno de los nu

-Hola, Eli, ¿no? Mi nombre es Seba -se presentó-.

-Sí, Eli. Un placer -sonreí-.

-Oye... Ya sé que no hay confianza pero...

-¿Sí? -me temía lo peor. ¿Se iba a declarar? Yo esperaba que no, aunque no era feo...-

-¿Puedes ayudarme a cortar la maleta con las tijeras? -se rió-. Es que no me gusta y quiero otra.

-Supongo...

Me reí un poco aliviada, aunque esa propuesta era algo extraña. Cogí las tijeras y empezamos a deshacer los hilos que unía la tela y la dejamos destrozada.

-Creo que es suficiente... -me reí-.

-Que va, si está como nueva -dijo en un tono completamente sarcástico-.

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A partir de ese día, Seba y yo nos hacíamos cada vez más amigos. Nos pasabamos el día entero hablando, incluso si nos llamaban la atención nos daba igual. Pasaba unos 30 segundos, lo justo para que el profesor dejase de mirar, y seguíamos hablando. Estabamos tanto tiempo juntos, que la gente tenía "sospechas" sobre nosotros, incluso sin ser nada ni querer nada.

-¡La parejita del fondo, que deje de hablar! -dijo riéndose la profesora de Sociales-.

Me puse completamente colorada mientras la clase se reía. Realmente, lo parecíamos. Pero no, a mí no me gustaba.

« La distancia no significa nada cuando alguien lo significa todo »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora