Cap. 5

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-llegas tarde.–Kara suspiró mirándo a su padre,tenía que soportar convivir con el,aunque se decía a si misma que no lo hacía por el,sino por su madre,al verlo no le contestó, simplemente lo ignoró mientras el comenzaba a mirar su propia vestimenta.-saldré está noche.-esas palabras eran suficientes para Kara quién,en ese momento apretó la mandíbula incapaz de gritarle como se lo tenía merecido.

-saldrás por una puta?-preguntó con amargura.-mamá esta enferma..-su padre la miró por unos segundos y después negó con la cabeza,sin embargo tenía una pequeña sonrisa en sus labios,se acercó a Kara con la intención de arreglar el cuello de su chaqueta,sin embargo Kara quitó sus manos de encima con la cara visiblemente molesta.

-hija,tú madre ha estado enferma toda la vida.- le recordó.-tú mas que nadie sabe que nosotros.-dijo apuntandose a ambos.-tenemos necesidades.-Kara apretó los puños,quería golpear a su padre o simplemente sacarlo de sus vidas sin embargo no podía, soportando el enojo que tenía,prefirió tomar la bolsa con las medicinas que hace unas horas había ido a comprar.

Soltando un suspiro de cansancio continuó a decir.

-Mamá está en esa habitación.-dijo entre dientes.-cómo puedes ser un idiota.-su padre levantó la mano pidiendo silencio.

-deja de ser tan amargosa,soy tú padre después de todo así que tienes que respetarme...-Kara lo miró por unos segundos,odiaba su vida en ocasiones,también la suerte que había tenido,se preguntó por unos momentos que hubiera pasado si.....no,eso ya no era posible,ese pensamiento era pasado y ahí tenía que quedarse.-mejor ve y prepárame un trago.-molestó

-preparalo tú!-gruñó Kara para después tomar la bolsa con medicamentos y pasar junto a el chocando su hombro,siempre era así con su padre,un señor que por culpa de las apuestas y el vicio estaba perdiendo todo, Kara trataba de entenderlo en ocasiones,pero simplemente no podía,lo único que la detenía seguía siendo su madre.

A pesar de todo,Kara sabía que tarde o temprano su madre recuperaría fuerzas y probablemente se marcharían lejos de Bronx,quería regresar a la casa de su abuela Angélica y correr libremente,pero sabía que ese futuro estaba mucho más lejos de lo pensado,se sentó en una pequeña silla mientras comenzaba a preparar el medicamento,unos cuántos mililitros en la inyección y era suficiente.

Con la medicina en manos caminó hasta la habitación de su madre,la señora clara quién se quejaba entre sus sueños.

Kara se acercó sigilosamente,haciendo que sus botas no hicieran tanto ruido,se quitó la chaqueta dejándose simplemente en una camisa negra debajo,miró a su madre y habló en voz baja.

-mamá.-la grave voz de Kara hizo que la señora abriera los ojos lentamente,una sonrisa cruzó en el pálido rostro de Eliza al ver a su hermosa hija.-tengo que darte tu medicina-dijo mirándola con mucho amor,su madre sonrió triste al ver a su única hija.

-Luces cansada cariño.-la voz de Eliza sonaba débil,por unos instantes la mano de ella se dirigió hasta la mejilla de Kara,en la zona dónde estaba esa enorme cicatriz y la delineó.

-estoy bien, tranquila.-Kara respondió a su madre.-ahora si me permites..-comenzó a quitarle su abrigo con mucho cuidado para después colocarle la jeringa,hace ya varios años Eliza había enfermado,sin embargo era una mujer fuerte que difícilmente se dejaba caer, después de colocarle su inyección Kara la recostó nuevamente,en ocasiones le contaba de su día para que su madre no perdiera la costumbre.

-no quiero que te enfermes de tanto cuidarme.-Kara quién en ese momento estaba cambiando las sábanas giró hacia dónde estaba su madre y negó con la cabeza.

-no digas eso mamá,sabes que haría hasta lo imposible por ti-dijo suavemente, después de terminar en arreglar la habitación de su madre salió de ella,no sin antes despedirse de ella quién había quedado profundamente dormida.

Era noche cuándo salió de su casa,no toda la vida había vivido en ese barrio peligroso pero le eran indiferentes las situaciones que sucedían,se colocó su chaqueta,con las manos dentro de los bolsillos de estas y fue en busca de su padre,normalmente no se preocupaba de el,normalmente le importaba un comino lo que le ocurría pero algo había cambiado,mientras se dirigía hacia el viejo departamento que tenían,observó una lujosa camioneta negra estacionandose,de ella habían bajado mas de diez hombres con trajes oscuros pero con mala pinta,cada uno tenía armas en sus manos y observaban hacia ambos lados del callejón,por último había salido el señor Queen,quién era un hombre extremadamente peligroso y millonario,el cuál estaba casado con una mujer millonaria,sin embargo no la amaba,su obsesión era Felicity,aquella prostituta que solía colocarse entre las esquinas de Bronx y que desgraciadamente vivía en este barrio.1

-es un imbécil.-dijo para si misma dirigiéndose a su padre,caminó hacia la entrada del edificio y no pudo evitar mirar hacia la estructura gigante,no sentía nada sin embargo,no sabía porqué le interesaba saber si dormía o no esa mujer recién llegada,para su sorpresa desde la ventana podía mirarse la luz encendida, probablemente estaría despierta contándole alguna historia a esa pequeña, negó con la cabeza al pensar esas cosas y continuó su camino.

Justo cuándo iba cruzando la puerta se escuchó la carcajada de su padre,las bajas temperaturas hicieron que Kara sacara un cigarrillo y lo prendiera mientras iba caminando hacia dónde estaba su padre,quién se encontraba con unos hombres de su edad jugando una partida de domino, llegó hasta el y se sentó sin decirle una palabra,se quedaría con él por si ocurría cualquier cosa, después de todo aún lograba preocuparse por el.

-ya viste quien llegó?-Kara levantó la mirada y simplemente ignoró responder o emitir algún gesto.-cuándo hablaras conmigo como debe de ser?-preguntó su padre moviendo estratégicamente su pieza,para Jeremiah Kara era una especie de agua fiestas,no podía tener una conversación normal con su hija pues siempre terminaban discutiendo.

-mamá estaba preguntando por ti-comentó la ojiazul sin mirarlo.-además estuve mirando que necesita un nuevo colchón-su padre levantó las cejas.

-sabes que no me alcanza.-kara lo miró por el rabillo del ojo mientras le daba una mala mirada,apretó los puños con fuerza y le dijo...

-eres el dueño del edificio,claro que te alcanza!-dicho esto se levantó furiosa del lugar y se marchó entre la oscuridad de Bronx,a sus espaldas su padre se escuchaba que la llamaba,sin embargo Kara decidió ignorarlo,sin saber prefirió marcharse a casa y poder descansar un poco de todas las situaciones.




bueno esto es todo,espero y les este gustando la historia no se olviden de votar 

El Benefactor (Adaptación) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora