El Benefactor (Adaptación) TERMINADA

Cap. 54

Nia observó a su madre mientras estaba recostada,ya era noche y Kara no había venido al departamento de ambas, Lena pensó que era algo normal, principalmente al saber que su madre estaba enferma,sin embargo la pequeña no lo comprendía.

Nia estaba bajo las sábanas mientras Lena la miraba fijamente, tratando de hacer que su pequeña durmiera,estaba débil debido a su fiebre,sin embargo lo que ella quería era ver a Kara.

-entiende porfavor Nia, debió estar cansada-trató de razonar su madre, sin embargo la pequeña la miraba con semblante triste.

-pero ella dijo que vendría-mencionó mientras hacía un pequeño puchero, Lena respiró hondo sin saber que decirle a su pequeña.-llamala mami-pidió la pequeña, Lena la miró unos segundos antes de tomar su teléfono entre sus manos y marcar el número de la ojiazul, escuchó el tono de su teléfono sin embargo nadie contestaba, finalmente dejó el teléfono en la mesita de noche y miró a su hija.

-Kara debe estar cansada cariño, mejor duerme un poco-dijo mientras besaba la frente de su pequeña,tardó un poco más de la cuenta mientras tomaba su temperatura, había disminuido un poco sin embargo aún tenía fiebre.

-está bien-la pequeña Nia se metió bajo las sábanas y miró a Lena unos segundos.-buenas noches mami-Lena besó la frente de su pequeña nuevamente antes de dejarla dormir unos momentos..

Tomó nuevamente su teléfono y le mandó un mensaje de buenas noches a su ojiazul con la esperanza de que respondiera, sin embargo ella no obtuvo respuesta alguna, observó cómo su pequeña comenzaba a tener la respiración tranquila,lo que significaba que ya se había quedado dormida, se levantó de la cama y caminó hacia la cocina, abrió la pequeña alacena y tomó lo que parecía ser una lata algo vieja, observó el dinero que tenía reunido y se colocó sus anteojos para comenzar a sacar sus cuentas, la semana siguiente era el día de pago al alquiler y tenía que hablar nuevamente con Maggie, había hecho mal en dejar de ir al trabajo, pero la situacion con Imra la había confundido por completo, el recuerdo de esa mujer vino a su mente, había cambiado totalmente, no era aquella mujer dulce que solía ayudarla en cualquier cosa, no era la mujer que había pensado ser.

Alejó sus pensamientos y se concentró nuevamente en contar sus ahorros, afortunadamente había juntado lo suficiente, lo que menos quería era tener algún tipo de problemas con el señor Danvers, cuándo metió nuevamente sus pequeños ahorros en la lata de aluminio, caminó nuevamente hacia su habitación pero un ruido en el pequeño callejón le llamó la atención, caminó hacia la ventana y corrió un poco una cortina blanca,miró cómo algunas personas estaban afuera,arrugó un poco el entrecejo al momento de ver un auto desapareciendo con rapidez,con un suspiro regresó nuevamente a la habitación que compartía con su pequeña,observó a la pequeña totalmente dormida y sonrió al mirarla.

Sin perder más tiempo comenzó a quitarse la ropa para recostarse con su pequeña, sin saber lo que sucedía exactamente con la ojiazul.

Al otro día Lena iba rumbo al bar cómo lo hacía diariamente, le había dejado de importar lo que la gente pensara de ella o las miradas curiosas que en ocasiones recibía, observó cómo estaba abierto y sonrió al imaginarse a su ojiazul, entró al lugar sin embargo miró algo extraño, todo parecía en su lugar y Kara no estaba, miró hacia ambos lados y finalmente caminó hacia la barra, observó el teléfono de Kara junto con las llaves de su auto, una mueca de confusión cruzó pero pronto se le borró al ver una enorme mancha de sangre en el suelo..

-oh dios mío!-colocó una mano en su boca mientras miraba la mancha rojiza,sin mirar sintió algo húmedo en su mano y observó la esquina de la barra,había sangre en ella,pronto el terror recorrió su rostro y su corazón se agitó rápidamente...-Kara?-la llamó sin obtener respuesta,negó con la cabeza al imaginarse lo peor, observó cómo la pandilla de hombres sonreían entre ellos y comenzó a caminar hacia la salida del bar, no sin antes tomar las pertenencias de la ojiazul.

Bajó las pequeñas escaleras y caminó hacia la esquina de uno de los edificios,lugar dónde estaban esos tipos,uno de ellos la miró mientras llevaba un cigarrillo a la boca, sabían que la hija del señor Danvers se la follaba,palabras de ellos.

-disculpen...-todos levantaron la mirada, Lena ignoró el miedo que recorrió su cuerpo..-necesito saber si vieron a Kara...-preguntó desesperada, uno de ellos negó con la cabeza.

-el bar ha estado abierto desde la madrugada,no hemos visto a Danvers...-Lena llevó sus manos a su rostro y asintió con la cabeza,su corazón latía con rapidez y el miedo comenzaba a apoderarse de ella,quiso llorar al pensar que algo malo le había sucedido a su Kara, sin pensarlo dos veces comenzó a caminar con rapidez hacia la casa del padre de la ojiazul, sintió cómo sus manos temblaban de nervios e intentó respirar hondo, observó cómo algunas personas la miraban con curiosidad y otras de manera extraña.

Llegó al final del callejón y giró hacia la izquierda,observó la fachada de la casa y tocó con desesperación.

-señor Danvers!-gritó, ignorando las miradas de algunos curiosos-señor Danvers!...maldita sea!-golpeó nuevamente al no obtener respuesta seguido de una maldición.-señor Jeremiah!!-pateó la puerta con fuerza, en ese momento la puerta se abrió dejando ver al señor Jeremiah con semblante serio, Lena respiró hondo mientras escuchaba los reproches del señor Jeremiah.

-que demonios te pasa? porqué estás molestándo a estas horas!-Lena negó con la cabeza mientras preguntaba.

-necesito ver a Kara-el señor Danvers la miró confundido y negó con la cabeza.

-Kara no está...-Lena observó cómo el señor Danvers comenzaba a cerrar nuevamente la puerta pero Lena fue más astuta, empujó la puerta mirándo al señor Danvers y entró a su casa.-pero quién demonios te crees!-gritó el señor Danvers totalmente enojado, Lena lo ignoró mientras le decía.

-Kara no está en su bar!,no entiende que algo le pudo pasar,sus cosas estában dentro pero...-su voz se quebró al recordar la mancha de sangre-había...en...en el suelo había sangre-dijo totalmente nerviosa, el señor Jeremiah la miró unos momentos,nse quedó en silencio procesando la información pero no dijo nada, fue entonces cuándo Lena escuchó unos pasos lentos en las escaleras, sin poder evitarlo levantó la mirada encontrándose con una mujer de edad madura,cabello teñido y con cierto parecido en Kara, Lena sabía que era la madre de la ojiazul.

-que has dicho...?-la voz de la mujer se escuchó, Lenatragó el nudo en su garganta-mi hija..- Jeremiah reaccionó en ese momento,miró a Lena y habló.

-maldición...-Lena observó cómo pasaba la mano por su espesa barba,la miró unos segundos antes de decirle..-entonces...ella...maldita sea!-Lena observó cómo el padre de la ojiazul comenzaba a salir con el rostro llenó de preocupación, escuchó un sollozo a su izquierda y observó a la madre de la ojiazul, Lena sintió su propio dolor en el pecho pero prefirió ser fuerte...

-señora.... porfavor esté tranquila-pidió mientras se acercaba a ella,no había dicho muchas palabras pero ella conocía a la ojiazul, sabía que era una chica hogareña, Eliza negó con la cabeza mientras la miraba.

-porfavor ve con Jeremiah, llamen a la policía no quiero que nada le pase!-Lena asintió con la cabeza,la miró por última vez y comenzó a caminar hacia el bar de la ojiazul.

Cuándo llegó se encontró con varios curiosos rodeando el lugar, algunos la miraban con lástima al igual que el señor Danvers, los pandilleros comenzaron a revisar el lugar para encontrar algún rastro de la ojiazul.

-anoche un auto oscuro vino a esta zona...-Lena giró al escuchar la voz de un niño, era un pequeño afro que la miraba con nerviosismo, Lena lo miró detenidamente mientras preguntaba..

-que has dicho?-el pequeño se encogió ante las miradas de la gente pero continuó..

-anoche,tres tipos vinieron y...y se bajaron,el auto era negro pero ya no pude ver más..-Jeremiah pateó una silla con fuerzas, su hija no podía estar secuestrada.

Otro capítulo los que vienen me gustan así que... Nada jajaja bueno si hay un error me lo hacen saber