Trente et un

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Un fuerte estruendo devolvió a la realidad al omega.

Cayó de rodillas intentando recuperar el aire, y detener las nauseas mientras cubría su estómago con ambas manos.

Nathan le había entregado en sus manos una pequeña daga que al simple roce, aquellas imágenes aparecieron enseguida, como una especie de flashbacks.

El estético alfa lo puso de pie por su brazo y admiró unos segundos el pálido rostro del menor quien se separaba de golpe intentando no caer al piso. Sus ojos hablaban por él, estaba asustado, y principalmente horrorizado, había visto lo que parecía no ser su vida, pero a la vez si, y por su padre, entendía las realidades alternas de alguna manera simple.

Pero jamás se imaginó ser alguien tan cruel en otra realidad.

"¿Quieres beber algo?" -El omega volvió de sus pensamientos cuando escuchó la voz de quien ahora le resultaba loco, y aunque no quisiera demostrarlo, su aroma lo hacía visible.-

Negó levemente intentando tomar aire, y tratando de unir alguna neurona para idear como salir vivo de ahí, desvió la mirada recargando ambas manos al piso y notó la cercanía del alfa hacia él.

"Pensé que no te volvería a encontrar, solo que aquí, eres totalmente diferente"

"No soy el Richard que crees"

"Están conectados, por las realidades, se que no eres él, eres la versión original de él, estás aún más detallado que todas tus otras versiones" -Una suave risa que en otro momento le hubiera parecido hasta atractiva, ahora parecía macabra-. "Vamos, iremos a una reunión para reclamarte como mi omega, nos vamos" -Los otros cuatro presentes aparecieron de golpe, poniendo aún más nervioso al omega-.

Sabía que iba a morir, sentía aquel miedo fluir dentro de él, y la mala vibra de que incluso podía no ser él el que moriría.

Uno de los brazos del alfa rodeó su cintura para levantarlo despacio, sin siquiera poner algo de esfuerzo en levantarlo y sin lastimarme en el proceso.

No tardó más de varios segundos en aparecer en el centro de Metrópolis, notando a la amazona frente a él. La Mujer Maravilla en persona, que preparaba su escudo en cuanto le vio.

"Creí que vendrían todos, ¿Sólo te enviaron a tí?" -La amazona frunció el ceño, podía notar la tranquilidad en la mirada del alfa, y el miedo en el omega entre sus brazos-.

"Conmigo es suficiente"

Bajó al delicado omega en el pabellón principal de la preciosa ciudad de Metrópolis y los llamados "Jauría" estaban a unos metros de él, Dick estaba consciente que no podría escapar aunque lo intentara.

"Si lo dejas, no te mataré"

"Ambos sabemos que no podrías ni siquiera intentarlo, conozco tus habilidades, en diferentes versiones de ti" -El alfa olfateó un poco girando el rostro-. "Al igual que las tuyas" -Batman apareció sin mostrar rastro o indicio de cualquier cosa-. "Pero he escuchado que son la mejor versión de ustedes en las otras tierras, así que podríamos probar la teoría"

Aquella mirada diabólica se posó en el murciélago, escuchando llegar al grupo de héroes llamado "Titanes", con Damian frente acompañado de Jon, liderando estos al parecer.

Un solo silbido ayudó para que uno de los rubios, en este caso "Marte" volara hacia ellos a iniciar la primer pelea del día.

La segunda, con la joven liga de la justicia, donde Conner y Tim estaban en esta, y "Venus" era quien peleaba con ellos.

"Mercurio" cuidaba sin objeción alguna a Dick, notando al resto de la batifamilia llegar. Mientras Júpiter junto a su creador, peleaban con la irrepetible liga de la justicia.

NEON (ᴊᴀʏᴅɪᴄᴋ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora