xi. richard maldito perkins

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LA REVOLUCIÓN,
capitulo once: richard maldito perkins!


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          AQUEL LUGAR ESTABA OSCURO. Realmente oscuro y Katerina no sabía donde estaba, ella era consciente de que si todo en su mundo daba vueltas – era una pesadilla. Pero, para su desgracia, aquella pesadilla se sentía real. Cada paso, cada movimiento, cada vez que sus pulmones se llenaban con oxígeno, cada vez era un paso decisivo a un futuro incierto – a un nuevo mañana y a una posible guerra. Escuchó gritos, alaridos de dolor, sintió el olor a sangre cerca de ella y no solo sangre humana: también sangre androide. Aquello era algo terrorífico y Katerina no pudo evitarlo, la muchacha caminó hacia la luz que se encontraba al final de un túnel – inalcanzable a veces, pero se resistió a dejarse llevar por aquella oscuridad que siempre le seguía en sus pesadillas, como si un Pacman intentase devorarla viva. La castaña de ojos azules corrió sin descanso, sintiendo la muerte y la agonía de la guerra tan cerca de ella, tan alcanzable – la sentía en sus dedos, como si sintiese una mano tocar la suya, con trazos cálidos y fríos al mismo tiempo, delicados y amenazantes, pero de oro.

          Katerina Kamski alcanzó aquella luz.

          No le gustó lo que veía.

          (En realidad, nunca le llegaron a gustar sus pesadillas.)

          Androides y humanos, batallando entre ellos, siendo rehenes de sus propios males – destruyéndose con armas, con balas que tenían el poder de quitar la vida y sus cuerpos caían secos en el suelo nevado de Detroit. Los gritos de agonía se multiplicaron y los sonidos sordos de las bombas y las balas volaban en el aire, silbando aquel grito de guerra y una promesa de muerte segura. Katerina se tapó los oídos y reconoció a unas pocas caras que conoció en los días: Kara y Alice corrían mientras eran perseguidas por unos soldados, quienes mataban a cualquier androide que se interpusiera en su objetivo, luego vio a las Tracis, quienes utilizaban sus armas con destreza y una, para proteger a su amada, se interpuso ante una bala – perdiendo la vida en el proceso. Y luego, luego la castaña buscó a Connor con la mirada.

          —¿Katerina?

          La muchacha de ojos azules se giró, enfocando su mirada en el androide.

          Los sonidos de la agonizante y oscura guerra eran amenos a ellos dos, como un vestigio pasado, tan cerca pero tan lejos – siendo un arma de doble filo para ambos. Connor vestía su uniforme de Cyberlife y miraba a la muchacha fijamente, aquellos ojos color café que se mantuvieron bajo su atención por mucho tiempo. Katerina soltó un sollozo, sintiendo una angustia profunda – se sentía pésima, se sentía vacía y ver una pesadilla le hacía encogerse. El androide le tendió la mano y ella le miró, varias lagrimas cayendo por sus mejillas. Pues claro que era un sueño.

          ¿Cuándo voy a despertar? Se preguntó.

          —Confía en mi—murmuró Connor acercándose a ella, dando pasos lentos.

ARCADE ━━ Detroit: Become Human ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora