Cap 18

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Llamada saliente para Noah

–¿Noah? –Dije al teléfono.

¿Grace que pasa?

–Necesito que vengas a cafetería, necesito que me lleves a casa, junto con Ross.

–¿Todo bien?

–Acaba de tener una pelea, él está muy mal.

–Mejor hay que llevarlo al hospital.

–No, estará bien en casa, avísale a Rydel.

–Si, ya voy para allá.

–Ok.

Llamada finalizada

Al poco rato Noah llegó a toda prisa, entre él y yo llevamos a Ross hasta el auto, regresé por mis cosas y las de Ross y salimos disparados hacia la casa.

–¿Cómo pasó todo este embrollo? –Dijo Noah, mientras manejaba a toda velocidad.

–Chris destrozó mi cámara, Ross se molestó y se lanzaron a los golpes.

–Eso tiene que ser creíble para Rydel, ella está muy asustada y no tarda en llegar a la casa. De verdad Ross está muy mal ni siquiera puede hablar.

–¡ROSS! –Grite desesperadamente.

–Mmmm...–Se escucho en la parte trasera del auto.

–Ross, ya levántate.

–Creo que necesito respiración de boca a boca.

–Jajaja...–Soltó Noah una risa.

–¡Cállate Noah! –Dije un poco molesta.

–Amigo de verdad no pierdes el tiempo. –Dijo mi hermano viendo por el retrovisor a Ross.

–¿Qué pasó? –Dijo Ross rascándose la nuca. –¡Auch!–Se quejó.

–Chris te dio una paliza, y creo que estabas mal, hasta que regreso tú buen humor. –Dije.

–¿Perdí la pelea?

–Si Ross, la perdiste.

–Que mal, no recuerdo nada después del puñetazo que me soltó en la mejilla.

–Por cierto no la querrás tocar, tú mejilla se encuentra muy hinchada y roja.

–Con razón me duele demasiado el rostro.

–Tranquilo pequeño Rossy, vas a estar bien. –Dije dedicándole una sonrisa.

–Con los cuidados de mi hermana te aseguro que estarás de maravilla. –Dijo Noah.

–Si lo creo. –Añadió Ross.

Llegamos a la casa y Ross al entrar se sentó en el sofá, me dirigí hacia el refrigerador seguramente habría algo congelado que le ayudaría a que se le quitará la inflamación de los golpes.

Le coloque en la cara una bolsa de guisantes congelados...

–¡Auch! ¡Eso duele Gracy! –Exclamó Ross, haciendo una cara de dolor.

–No te quejes, es para que te mejores, iré por algodón y cinta para curar la herida de tu labio.

–Con un beso estaré genial.

–Ross, cuando dejaste de ser pasivo, creo que los golpes te afectaron.

–Ya en serio, perdón, no quiero incomodarte.

–Ya tranquilo, ahora vuelvo. –Me dirigí hacia el botiquín que estaba en el sanitario.

Y me quedé pensando en todo lo que había estado diciendo Ross, yo sé que él quiere que lo vuelva a besar, pero somos muy buenos amigos como para arruinar toda nuestra genial amistad solo por una relación, creo que estamos mejor así.

Regresé a la sala y la puerta se abrió bruscamente.

–¡ROSS! –Gritó Rydel, con cara de espanto.

–¿Rydel? –Respondió Ross con cara impactada por su llegada.

–¿Estás bien Rossy?

–Deja de llamarme así, ya tengo 19 años Rydel.

–¿Por qué con Grace no te quejas? –Interrumpió Noah, mientras encendía el televisor.

–Pues porque...no te importa, y Rydel estoy bien, solo fueron unos cuantos golpes.

–No quiero que papá y tú vuelvan a pelear por estas situaciones.

–Tranquila Delly está será la última vez.

–¿Por qué pasó?

–Chris Peterson molestaba a Grace, entonces quise ponerlo en su lugar, pero resulta que fue al revés. –Explicó cabizbajo.

–¿Cómo pretendías poner en su lugar al mariscal de campo? –Dijo Noah con tono un poco burlón.

–La intención es la que cuenta amigo, no iba a dejar a tu hermana con su cámara hecha añicos sin hacer nada.

–Muy valiente Ross, ¿Cómo le explicaremos a nuestros padres tus golpes? –Dijo Rydel.

–Les diremos la verdad, ellos entenderán lo sé, aunque tal vez papá se llegue a molestar un poco.

Pasadas unas cuantas horas los hermanos Lynch tenían que irse a casa.

–Gracias Grace, nos vemos mañana. –Dijo Ross mientras me daba un cálido abrazo y un beso en la frente.

–No es nada, siempre estaré para ti. Lo prometo Lynch.

–Las promesas no se rompen Scratch. –Dijo mientras se alejaba y subía al auto de su hermana.

Por un partido de hockeyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora