¿Por Que No Puedo Saber?

Parte 5

¡¡CANDELA!!

—Fue lo ultimo que escuche, después de que todo se tornase blanco.

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—¡¡CANDELA!!....—Candela abrió los ojos de golpe, su respiración era agitada y su cara tenía una leve capa de sudor que eran acompañadas por algunas lágrimas secas en sus cachetes. Su hermano estaba arrodillado al lado de la cama con una cara de preocupación y el era quien había gritado su nombre. Candela miró rápidamente a todos lados y intentó calmar su respiración, mientras con un poco de la tela de la sabana que la tapaba secaba su cara. Daniel la miró callado y solamente se acerco un poco mas a ella para rodearla con sus brazos y apoyar su cabeza encima de la de su hermana—Tranquila.. Ya está todo bien—Le hablo bajito a ella. Candela con la respiración más calmada, le devolvió el abrazo y cerró sus ojos por la tranquila protección que le brindaba su hermano—¿Quieres hablar de eso?—Le preguntó refiriéndose a lo que le había causado su llanto y preocupación, pero ella solo negó aun con sus ojos serrados, en el pecho del contrario—Esta bien, pero alguna vez me lo tendrás que contar, porque tu no eres una chica que llora con facilidad—El tenia toda la razón, Candela era una chica que no llora con mucha facilidad y solo se mantenía seria, fuerte y natural—Vamos.. en una hora tengo que ir al trabajo y tu tienes que desayunar, ¿Quieres desayunar en la cafetería, en donde trabajo?—Le pregunto el.

—Mmm..—Ella lo dudo un poco—Esta bien, veré que me pueda comprar ahí—El contrario solo le sonrió y se retiró de la habitación para que ella se arreglara. Se destapó y se dispuso a ir a su armario para cambiarse, pero cuando puso las manos en las dos puertas de aquel armario para abrirlo, vio sus manos vendadas y todo lo que paso ayer a la noche le llegó de golpe en su mente.

En su espalda aun sentía un leve ardor, como el de ayer, pero este era soportable. Las manos no le dolían para nada, así que ella decidió fijarse si le habría dejado alguna marca o una leve cicatriz, pero le sorprendió lo que llegó a ver. No había nada. Ni una marca o una leve cortada tenia y se veía como si nunca se había cortado con los vidrios de esos perfumes rotos. Candela ya empezaba a dudar si lo de ayer pasó de verdad, o solo fue causa de la falta de sueño y todo se lo habría imaginado ella. aunque no podría ser eso ya que si se rompieron esos perfumes y se había cortado. Candela sacudió un poco la cabeza, para sacar todos sus pensamientos y cambiarse para no atrasar a su hermano, para llegar a su trabajo.

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—Cande, ya estás—le preguntó y gritó, Daniel a ella, desde el primer piso.

—Si, voy!—Le grito, ya lista. Ella llevaba una sudadera, negra, vaqueros rasgados, blancos, botas, negras y una chaqueta de cuero. Se ató el pelo en una coleta y se puso delineador, dejando que resalte sus ojos Celestes claros. Agarró su cartera, con lo necesario y bajo donde su hermano. Daniel llevaba una chamarra militar\camuflada, unas vans blancas y se podía ver que tenía unos jeans negros. El ya tenia las llaves y su mochila.

Toda la manada estaba ya en sus respectivas casas cuando apenas se llevaron los tres lobos, sin vida. Claro que los familiares de los tres lobos, reclamaron la muerte de estos y estuvieron así por un buen rato. No se pudo hacer nada. Venganza. Esa bruja tenía poderes, cosa que sería una desventaja muy grande para la manada. Al final se les enterró y dio lugar en una parte importante de el cementerio. Fue lo más justo para las familias.

La bruja se "adueñó" de la casa más grande. La del Alfa. A el no le gustó para nada. Se le dio una de las habitaciones y de ahí, Isabel no salió hasta las horas siguientes.

El alfa pasaba por los pasillos de su casa, eran las dos y media de la mañana aproximadamente y no se escuchaba ningún ruido en todo el lugar. Él pasaba la mirada por cada cuadro y puertas del pasillo, pero nada. El sinceramente no esperaba para nada que una bruja esté en una de las habitaciones donde él vive y trabaja. Ella tiene poderes, mientras que el solo tiene fuerza y garras, ella tiene mucha ventaja en derrotar hasta el propio alfa de una manda. Esto nunca había pasado. Cómo iba a saber el que la luna roja que se veía en el cielo, en esos momentos, era una amenaza de la propia oscuridad y venganza de una guerra de hace millones de años, por las palabras de una bruja que se creyeron inciertas.

¿Las intenciones de la bruja?. Estaba claro que quería que los lobos estén en el segundo o más abajo de los puestos. Pero solo derrotar la especie de los lobos y bajarlos de su puesto, ¿Solo quería eso?..

A Axel le llamo algo la atención, su mirada se dirigió a una de las puertas de el final del pasillo y esta estaba media abierta. Era raro que esa puerta esté abierta, porque era un salón de libros, su biblioteca. Todos los libros de esa sala ya habían sido leídos por sus Abuelos y Padres, También la mayoría de estos ya estaban leídos por él y por eso casi nunca alguien estaba ahí. El abre la puerta por completo, pero no había nadie en la habitación y en esta había solo libros apilados, desordenados y otros estaban en sus lugares ordenadamente. Pero uno llamaba la atención. En la mesa central donde el mayormente leía los libros, había uno y estaba abierto en una página conocida para el. "La guerra de Magia", Resaltaba en grande el título. Era el libro que leyó tantas veces, porque en él se mencionaba "La guerra de Magia" o más conocida como "La guerra de hace millones de años" Donde los lobos pelearon contra las brujas, Por la muerte de la hija del alfa, de la manada vecina, o más conocido como La manada imperial, del Rey Lobo, Alonso, El mayor Alfa de alfas. En ese libro te contaban sobre la guerra de hace millones de años y como había comenzado.

:)