Lo observaba fijamente desde el sillón, sin que él lo notara. Lo hacía siempre, y él no lo sabía. Había algo en él, y peor aún, ni yo mismo sabía qué demonios era. Pero cada vez que intentaba estudiar su rostro terminaba nombrando más de tres facciones, eso me molestaba, me molestaba que me llamase la atención, es decir, ¿Por qué él? ¿Por qué justamente Yoongi? ¿Cómo el chico más rudo y seco que conozco tuvo que hacerme dudar de mi sexualidad? . Y aunque tal vez estaba seguro de lo sentía por el en realidad, aquello seguía sin tener pies ni cabeza.
El continuaba apretando de forma fuerte los botones del control, mientras su rostro se deformaba en cada curva de la autopista del videojuego, las expresiones de Jungkook parecían ser exactamente idénticas. Mientras yo, por otro lado, fingía enviar mensajes de texto a nadie.
-¡Aigo! —Gritó de la nada, haciendo que luego de un salto, fingiese estar aún más concentrado en mi celular— ¡Jungkook, grandísimo idiota! ¿Cómo no viste ese auto venir? —El rubio parecía querer golpear sin piedad al menor, mientras este, intentaba reír para no llorar. Embroscando sus dedos en el borde de su camiseta blanca, soltando enormes carcajadas.
-¡Intento observar las dos autopistas! ¿Acaso quieres que mis retinas colapsen? —Se quejó el pelinegro justo en su tímpano. Yoongi alzó su palma delante de su mejilla, pero al observar como Jungkook se cubrió riendo, decidió detenerse y carcajear junto a el.
-No me funcionas. —Se levantó del suelo insatisfecho, pero aun sonriendo. Y seguido se dirigió al mini refrigerador que siempre estaba en una esquina, tomando una bebida con una pequeña maniobra.
-Hey... Ps, ¡Ps!... ¡Jimin! —El grito del rubio hacia mí, provocó que luego de un colapso mental y una convulsión, lo mirase de golpe y con atención.
Era muy avergonzante la forma en la que mis hormonas se confundían y mis neuronas se apagaban cada vez que se dirigía hacia mí. Era absurdo poder hablar con todos de forma normal, clara y fluida, y que con Yoongi no pudiese ser así. Observé justo en ese instante la pequeña ranura que tenía la pantalla de mi celular, y recordé aquella vez cuando se sentó tan cerca de mí, que el teléfono terminó esparcido en el suelo.
Aunque estaba dispuesto a cambiar ese hábito, algo siempre fallaba.
-¿Qué? —Me limite a responder, luego de tragar saliva.
-Piensa rápido. —Logré procesar como su mano aventaba justo hacia mi cara una lata de Pepsi, y sin dejarme siquiera reaccionar, el aluminio impactó justo en mi frente, haciéndome sentir como un dolor se intensificaba en mi entre ceja rápidamente.
-¡Ah! —Saboreé todo el dolor esparciéndose por toda mi cabeza, y como reflejo, solo cubrí la zona con mis manos segundos después de haber sentido la esquina de la lata en mi cara.
Yoongi soltó una corta carcajada y Jungkook aspiró aire por entre sus dientes al oír el sonido de mi cráneo contra el metal. El bajo se acercó a mí riendo, mientras negaba con su rostro.
-Más te vale ponerte hielo ahí, a no ser que quieras un hermoso tumor. —Su pálida mano tomó con fuerza mi muñeca, hasta el punto de lograr levantarme del sillón y arrastrarme hasta las escaleras.
Su suave piel contra la mía me estaba provocando un choque eléctrico nada disimulado. Observaba su agarre con los ojos abiertos cual búho, negando todo tipo de fantasías u estupideces que pasaban por mi cabeza.
¿Porque me sentía de aquella manera si solo era mi amigo?
Y claramente siempre lo sería.
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I like you, Min Yoongi [Yoomin]©
Romance-Sabía muy bien que si Yoongi se enteraba de mis sentimientos, no haría más que sacarme de su vida. • Historia corta. Diez capítulos. • No se aceptan copias ni adaptaciones. • Drama/Humor. © AndreaKimchi