•Cap 5•

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 ¿Hazte a un lado?

-¿Disculpa? Esta es mi cama. Reproché, dirigiendo mi cuerpo a su dirección, luego de arrebatar las sabanas sin piedad de mi pecho.

El pequeño tambaleo de su cuerpo hizo que notase que me había equivocado, aun seguía tras los efectos del alcohol. Abrió sus ojos con dificultad, y me observó con el ceño fruncido. Y claramente comprendí, que mi respuesta no había sido de su gusto, y menos había obtenido su aprobación.

-Ese... ese no es mi problema. Aclaró, cerrando sus párpados una vez más, mientras su cabeza caía hacia abajo por segunda vez.

¿Cómo iba a resistirme a Yoongi muriendo de sueño? mejor dicho...

¿Cómo iba a resistirme a dormir con él?

Le resté importancia a las consecuencias, a la incomodidad, a la idea de meter a un hombre en mi cama. Me corrí a un lado del colchón, dejándole algo de espacio libre, en el frío apegado a la pared. El muchacho, continuando con una expresión que no era nada satisfecha, despertó de su siesta deambulante, y se apresuró de forma torpe a pasar por encima de todo mi cuerpo hasta llegar al otro lado. Se cubrió aturdido con las sábanas hasta los hombros, y sin mas teatro, me dio la espalda.

Me quedé observando fijamente al techo, pensando en todo.

En las imágenes de su galería, en la forma violenta con la que golpeé al chico del bar por el simple hecho de haber maltratado sus labios. Pero sobre todo aquello estaba el loco hecho de que Yoongi justo ahora estaba durmiendo a mi lado.

-Abrázame, Jiminie. —Suplicó el rubio, en probablemente un estado de sonambulismo total.

Mis ojos se abrieron como platos relucientes de porcelana. Los latidos de mi corazón no eran normales, no era normal lo despavorido que me encontraba justo ahora al escuchar esas dos palabras tan simples.

Él nunca me había pedido un abrazo, eso era.

Lo sentí al girarse a mi dirección, y justo ahí, llegó el pánico a mi. Lo observé directamente, y el cómo pudo, hizo lo mismo. Nuestras miradas disparejas se conectaron por entre la obscuridad, por entre las pequeñas ranuras de luz que nos brindaba la luna, por entre mis sentimientos y por entre su desprecio. Por entre todo.

De forma estúpida e inconsciente, le sonreí, pero su única respuesta fue deslizar con una lentitud mortal su mano hasta mi cintura. Acercó su rostro al mío con dificultad, y se acurruco justo a mi frente.

Dios mío, ¿Cómo iba a soportar tenerlo tan cerca y no poder hacer nada al respecto?

Y no sentir sus pequeños labios.

Escaneé todo su enmarañado y golpeado estado, su tierna y sonrojada nariz, sus delicadas mejillas color rosa. Y de repente, sentí una tensión por cada articulación de mi cuerpo. Una desesperación abrupta e inútil.

Besarlo, eso quería.

¿Pero, con qué cara lo vería después? ¿Con qué arma Yoongi me mataría si se enterase que hice tal cosa mientras dormía?

Susurre un rotundo no en mi mente, un alto a la idea de aprovecharme de su borrachera, a la idea de que lo que sentía me llevara a algo que no estuviese bien. Me gustase o no, iba a tener que seguir esperando.

Me acomode aún más cerca de él, al punto de sentir su nariz en mi frente. Al punto de un sentimiento increíble llamado felicidad. Aunque estuviese consciente de que mañana todo el hechizo que le provocó el Soju se iría, y Yoongi volvería a ser el mismo de antes.

I like you, Min Yoongi  [Yoomin]©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora