Capítulo 4 "¿Que pasará ahora?" +18

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Esos ojos llenos de inocencia, una sonrisa llena de ternura, una personalidad más allá de la simple amabilidad, eso es lo que estaba viendo Nora ¿Sería realmente capaz de romper su propia promesa? ¿Tendría el valor para ensuciar algo tan inocente?
Esas preguntas ya no importaban, el sentido común sobraba y sus sentimientos desbordaban.
"¿Nora? ¿Estas enojada?"

Pregunto el menor al notar una mirada en el rostro de Nora que nunca había visto antes. Al no recibir respuesta dedujo que se había puesto de muy mal humor, por lo que rápidamente soltó la mano de Nora y se alejo.
"¡Perdón! No te enfades, en serio lo siento."

Al no recibir respuesta, ni haber visto ese rostro antes, empezó a asustarse. No quería ser odiado por Nora ya que era su primera amiga y aunque no entendía muy bien que era el concepto de enamorarse, seguramente lo que sentía por Nora era lo más acercado.
"Por favor, dime algo. Me asustas.."

En la cabeza de Nora todo era una contradicción, no pensaba en nada pero a la vez en todo. Quería pero a la vez no, solo podía ver el rostro de Mest el cual mostraba una expresión de preocupación, pero no podía escuchar lo que decía. Solo una frase pudo disipar las dudas y sacar Nora de su transe.
"Haré lo que quieras, así que no te enojes ¿Si?"

Ya era algo repetitivo que la inocencia de Mest y su sonrisa, sacará a Nora de sus pensamientos.
Aún asi, quizás no tuvo que hacerlo en ese momento. Nora se acerco a él y por reflejo Mest quedo paralizado, una vez frente a él, la fémina tomo el rostro de Mest con ambas manos para  inclinar su cabeza hacia ella.
"Tu, eso es lo que quiero ahora."

Justo después de la respuesta bastante inesperada de Nora, la mayor acerco sus labios a los de Mest de manera tan rápida y brusca que el menor no pudo entender que sucedía.
Los labios de Mest eran distintos a los de Jared, eran pequeños pero suaves y algo dulces, parecían sobre excitar a Nora quien lejos de ser gentil, comía los labios de su contrario, los mordía y lamia. Mest en todo el proceso solo pudo intentar seguir el paso a Nora, bien que no entendía mucho porque y que pasaba, si ser una víctima por toda su vida le enseño algo es que si cooperaba, sería menos doloroso. Sin embargo en este caso, cooperar solo hizo que Mest empezará a sentir un calor recorrer por todo su cuerpo, el cual empezaba a bajar hacia su entrepierna.
Luego de unos minutos, Nora empujó al menor quien por falta de aire y excitacion empezaba a jadear.
"¿N-nora?.."

La pequeña voz tierna y adorable de Mest acompañada de esos jadeos solo provocaban más a Nora, quien en un último intento de conservar su cordura le advirtió.
"Si no quieres que esto siga, solo vete."

Mest, simplemente no sabía que responder a eso ¿Tendrían sexo? El menor nunca pensó que llegaría a hacer eso, después de todo era pequeño en talla y no confiaba mucho en su cuerpo ni en el tamaño de su miembro, el cual era acorde a su talla. Aún así, debía responder algo que no lastimaria a Nora.
"No.. No me disgustaria, pero no quiero que te sientas mal"

Al darse cuenta de que hasta en una situación en que Mest seguramente sería dominado, hasta quizás lastimado el seguía poniendo a Nora por delante, hizo que la mayor no lo soportará más.
Se dejó llevar por lo que en ese mismo momento sentía, levanto a Mest por el cuello de su playera y nuevamente lo beso mientras se acercaba a la cama del menor. Una vez delante de esta, lo dejo caer sobre las sábanas.
"E-espera, intenta calmarte.."

Mest no estaba para nada preparado mentalmente, quería que le dejará un  tiempo para pensar, pero la mayor le quito la camisa para atacar con sus labios el frágil cuello del menor.
Los roles volvían a ser los mismos, Mest era la víctima y Nora encantada abusaba de el.
"A-ahi no.. P-por favor para"

Intento detener a Nora, pero los leves sonidos que Mest daba por la sensación de cosquilleo que sentía, aumentaban el deseo de Nora.
La fémina empezó a bajar hacia uno de los peones de Mest, alguien normal los lameria, pero ella no lo era. Empezó a morder esa parte de Mest con insistencia y fuerza, lo cual sacaba unos pequeños gritos ahogados de la boca del menor.
"N-no puedo más, detente.. Me empiezo a sentir m-muy raro"

Lo Único Que Puedo Hacer Por TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora