En Línea.

Capítulo 10. La cague de nuevo.

— Necesitamos hablar — le dije a Cristal

—Hay mi amor, como quedaste — me sobó la cara.

— Si, quede feo.

—Hay no, siempre serás guapo bebé. — me besó pero la aparte. — ¿Que pasa?

— este.... mira. — me agarre la nuca.— creo que necesitamos un tiempo.

—¡¿Que!? — gritó furiosa. — mete el tiempo por el...

—Grosera — interrumpí.

—Se a donde va esto, si eso es lo que quieres, vete a la fregada. — me reviro los ojos y se fue — Ni pedo la vida sigue wey. — grito a lo lejos.

Bárbaro, nunca pensé que lo tomara así.

             -------O-------

No he ido a la escuela hace tres días por lo de mi expulsión, ya solo me faltan dos días más, hoy es la famosísima fiesta esa. Me dirigí hacia allá pero en el camino me encontré a kendall.

Hice sonar el claxón haciendo que el se espantara

—subete wey. — grite por la venta. — hahaha pendejo.

— Que onda — me saludo de puños.

Llegamos a la fiesta era en la casa de un amigo llamado, David.

— Que fiesta — dijo kendall impresionado ya que la mayoría estaba drogado y los que no, estaban afuera por la alberca.

— ¿bailan con nosotras? — dijo una amiga llamada Melanie que se acerco a nosotros con sus amigas.

—claro, por que no. — dijo kendall.

—Yo no puedo — dijo rápidamente Jake — esperaré a mi novia en la puerta.

— Matt, me dijeron que ya estas soltero — dijo Melanie subiendo y bajando sus cejas.

—este... Si.— respondí.

Comenzamos a bailar y Alicia estaba con su novio pero noté que estaban discutiendo.

— ¡¡TE DIJE QUE VENGAS!! — le gritaba Cristián a Alicia tomándola del brazo, prácticamente forzándola

—No iré contigo así — Cristián estaba drogado.

—¡Que vengas conmigo!

— deja de gritar y sueltame que me lástimas.

Kendall y yo seguíamos observando, en ese momento note que Cristián se estaba excediendo, fui rápidamente a donde se encontraban ellos.

— ¡Matt! — grito kendall.

— Dijo que la dejarás en paz. — intervine

Cristián soltó a Alicia y ella se apartó.

— No tengo nada encontra tuya, así que no te metas que no es tu asunto. — dijo acercándose hacia a mi.

Kendall se puso a mi izquierda y segundos después Jake se acerco y se puso a mi lado derecho.

Los de la fiesta nos observaban.

— ¡Vámonos Alicia! — grito una vez más, ella no le respondió — dije que vámonos — se acerco bruscamente a Alicia y la tomo de la mano.

— dejala — le di un puñetazo en la cara de esos que nunca olvidara haciendo que callera al suelo.

— ¡Dios! — gritó Alicia.

Cristián se levanto rápidamente cuando me iba a devolver el madrazo Kendall y Jake intervinieron agarrándolo de los hombros.

— Ya vete, wey — le dijo Jake. — No hagas esto más serio.

— pero vas a ver pendejo — dijo señalándome.

— Ya vete — añadió kendall.

Se fue.

Alicia estaba preocupada, estaba llorando.

— Ally, ven te llevo a casa. — le dije mientras la llevaba a mi coche.

— si Matt, llevala, nosotros estaremos en la fiesta. — dijo kendall. 

— Gracias chicos — dijo Ally con voz baja.

Busque las llaves del coche en mi bolsillo, le quite el seguro y entramos, voltie a ver a Alicia, no apartaba la mirada de la ventana.

—olvida lo que paso, vale.

Ella no respondió.

El camino se hizo incomodo, Alicia no decía ni una palabra, seguía pensando, cuando al fin llegamos la acompañe hacia la puerta.

— ven, pasa — dijo en seco mientras abría la puerta.

Se sentó en el sofá y se agarro la cara.

— Gracias Matty — dijo aun teniendo las manos en la cara.

— No te preocupes.

— nunca pensé que el fuera así, nunca — comenzó a llorar. — ¿sabes que es curioso?

— Dime.

— las personas que usualmente te lastiman, son aquellas que una vez prometieron jamas hacerlo. — seguía llorando.

— Ya no llores Ally — le acaricié el cabello

Ella alzo la mirada.

— Tienes razón no vale la pena, gracias por tu compañía, Te....

No deje que terminara la oración. La bese, sin siquiera pensarlo. Ella me aparto.

— ¿Que haces? ¿que fue eso?

— Perdón — dije — es que me enamore de ti, Tu eres mi debilidad ¿sabes?

—¡No lo digas! — se puso sobre sus pies. — Tu eres mi mejor amigo, ¿estas borracho?

— ¡Claro que no! — también me puse sobre mis pies. — Cualquiera en su sano juicio, se habría vuelto loco por ti. 

—¡Matt! — bajo la mirada. — creo que... Ya tienes que irte.

— Si, perdón, ya se el camino — me dirigí a la puerta.