CAPÍTULO RE-SUBIDO
Narra Peter
Caminé hacia mi habitación con cuidado, evitando en lo posible hacer ruido, esa pesadilla que tuvo Lily me dejó preocupado y lo que menos quería era que se despertara, ella necesitaba descansar, como me había recordado mi padre, hacia una semana le habían hecho su última sesión de diálisis, ya sus riñones estaban trabajando adecuadamente pero, como bien nos habla dicho el doctor, el hecho de que ella estuviese bien no implicaba que ya no corriera riesgo de enfermarse después.
Al abrir la puerta de mi dormitorio, quedé descolocado al ver a Lily ocultando su celular debajo de la almohada, sorprendida y esperando que yo no le hubiera visto revisando el pequeño aparato.
—Hola Lily, ¿qué haces? —La saludé, tratando de sonar casual.
—¿Uhm? —Balbuceó, nerviosa—. Nada, me acabó de despertar, ¿por qué demoraste tanto?
Mi primera reacción fue alzar las cejas, sorprendido ante el cinismo del comportamiento de Lily, ¿de verdad creía que yo no me había dado cuenta de lo que ella estaba haciendo cuando entré a la habitación? Eso me hizo enojar un poco porque sólo demostraba lo obvio: Lily no había dejado de comunicarse con Brandon, ni siquiera por nuestra discusión había dejado de hacerlo.
—¿Qué hice mal? —Preguntó Lily, sacándome de mis pensamientos— ¿Por qué me miras así?
No dije nada más, solo acorte caminando el espacio que nos separaba, desde el umbral de mi habitación hasta mi cama, me senté a su lado y, mientras la distraje brindándole caricias en su rostro y cabello con una mano, con la otra extraje su teléfono celular de su escondite.
—¿No y que estabas durmiendo? —Le recriminé con sutileza mientras le mostraba el teléfono— ¿con quién hablabas?
Lily se mordió la lengua y bajó la mirada.
—Lily... —Le reñí.
—Prométeme que no te enojaras —rogó.
—Sólo dímelo —Espeté.
—Hablaba con Brandon —confesó mi novia—. Hablaba con él y, si no quería decirte es porque no quería que te enojaras.
Elevé mi mirada al techo y respiré de manera profunda, tratando de encontrar la calma.
—¿Por qué Lily? —Le pregunté— ¿por qué no me buscaste a mí para hablar? ¿Por qué no hablas con Amy?
—Porque le preguntó sobre asuntos que tienen que ver sobre los gustos de los chicos en ciertas cosas.
Al ver el sonrojo que se había apoderado su piel, mi cerebro captó inmediatamente sobre que estaba hablando Lily.
—Lily —dije, acomodando un mechón de su cabello detrás de la oreja—. A veces eres tan inocente e ilusa que me dan ganas de ahorcarte —ante esa expresión, Lily dio un respingo— ¿Cómo se te ocurre preguntarle esas cosas a un chico que, evidentemente, quiere estar dentro de tus bragas?
Lily comenzó a agitar la cabeza, en señal de negación —no Peter —dijo— las cosas no son como tú piensas, él ha sido un gran amigo y la persona que, después del ataque, me ha brindado apoyo, me ha regalado palabras de aliento y, sobre todo, ha sido la única persona que me ha acompañado en las noches de insomnio.
La miré, confundido.
—¿Qué quieres decir?
—Verás —Suspiró— ¿tú te recuerdas de la ocasión en que Joshua trató de abusar de mí, luego de que me presentaras a Gillian y yo hiciese lo mismo con mi padre?, ¿lo recuerdas?

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Vida en Línea (En edición) ©
General Fiction¿Con quién estoy hablando realmente? Esa pregunta era la misma que se repetía constantemente Lily Albright desde el momento en que recibió aquella solicitud de amistad en Facebook de Brandon Collins. Ella no dudo ni un instante en entregarle toda su...