ᴛʜᴇ ɴᴇɪɢʜʙᴏᴜʀ

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Me desperté bruscamente al escuchar unos ruidos molestos desde el apartamento conjunto.

Miré mi reloj para ver que eran las 3am y tenía que madrugar, me puse mi bata para salir a decirle a mi querido vecino si podía hacer silencio de una vez.

Golpee unas cuantas veces pero seguramente la maldita música a tope no lo dejaría escuchar, decidí tocar el timbre y quedé esperando a que quien sea que viva aquí abra.

-Disculpa, ¿sabes que hora és? -dije apenas vi que abrieron la puerta de madera.

-Sí, las... -el chico miró su reloj- 3.30 am... -quedó esperando a mi respuesta pero yo solo quedé tildada mirando a lo que tenía de vecino- ¿solamente querías saber la hora? ¿no tienes reloj en tu casa?

-Sí, si tengo pero quería pedirte si podrías apagar tu música, necesito dormir -el chico rubio río y chasqueo sus dedos.

-Aquí arriba tengo la cara -sentí mis mejillas arder- es viernes ¿cuántos años tienes, 80? Bueno con esa bata... -me miré a mi misma para ver que tenía mi bata rosa.

-No, pero debo de madrugar, tengo cosas que hacer.

-Relájate vecina, entra, te ayudaré con eso -el chico se hizo a un lado para que pudiera pasar pero me quedé allí, eso no era lo que yo quería lograr, pero parecía una oferta que no podía rechazar.

El hizo un gesto con su mano para que entré, me tomó de la muñeca y de un momento a otro estaba dentro de su apartamento. Se notaba que vivía solo, tenía bastante ordenada su casa.

-Sientese si gusta... ¿o necesita que le ayude señora?

-No soy una anciana, gracias. -mi vecino río y se perdió por un pasillo, miré detenidamente todo y luego me senté en su sofá, vi que su televisor era de donde provenía la música y bajé su volumen.

-Eres una aguafiestas -me tendió un vaso con algún líquido que debe ser alcohol- tomalo, prometo que no te drogare. -agarré el vaso y el se sentó a mi lado- ¿eres nueva aquí? o...

-Sí, me mudé hace algunas semanas, realmente no sabía que vivía alguien aquí -el chico tomó de su vaso y aclaró sy garganta.

-suelo viajar mucho... trabajo y eso -asentí, comencé a sentir calor entonces decidí quitarme la bata- uhm... ¿como es tu nombre?

-_____, ¿y tú como te llamas? -el rubio tardó en contestar como si dudara de algo tan simple como su nombre.

-Ben, Ben Jones... creo que me retracto, no te pareces en nada a una anciana -el me miró de arriba a bajo y mis mejillas volvieron a tornarse rojas cuando me percaté que tenía puesto solamente una blusa algo corta y unos diminutos shorts.

-Uhm, si, creo que debo volver a mi depa... lo siento Ben...

-Espera ______, siento si te incomodó eso, quedate prometo que soy un buen chico.

-Solamente la gente que no es buena se autodenomina como buena... -reímos los dos y volví a sentarme en el sofá.

Hablamos unos minutos mas y vi en mi celular que ya eran casi las 4, mi rubio y apuesto vecino me había entretenido bastante.

-Ben, ahora si debo irme, lo siento...

-Claro, entiendo... -tomé mi bata y nos dirigimos a la entrada, el estaba recargado en la puerta y se veía tan bien- adiós ________ -dijo cuando llegué a su lado, quedamos algo cerca pero no me incomodaba para nada.

-Adiós Ben... -se acercó y me dio un pequeño beso en la comisura de los labios, abrió la puerta y yo salí sin decir más.

Continuará....

One shots °Ben Hardy°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora