—Nos mudaremos a Madrid...
Ese fue el momento más inesperado y doloroso de toda mi vida. Inesperado porque, nadie que se despierta, se arregla y va a desayunar para después ir al instituto, espera que le digan: "oye, que nos mudamos y no me importa que no te quieras ir". Doloroso porque fue tan inesperado que me atraganté con los cereales y la leche salió por mi nariz. Gracias papá y mamá.
—Que asco —dijo mi hermana, que estaba sentada a mi lado.
Tosí hasta que pude respirar correctamente.
—Estoy bien, Cat, gracias por preocuparte.
—¿Y bien...? ¿Qué opinas, Joana? —dijo mi madre con cara de preocupación.
—¿Qué no tengo otra opción...? —me encogí de hombros. Claro que no tenía opción, seguramente saldrán con el típico "es por el trabajo de tu padre, estaremos mejor económicamente y conocerás gente nueva".
—Vamos hija... no es como si estuviéramos matándote o algo así —mi padre puso su mano en mi hombro —y antes de que pienses que es por trabajo —que claro que lo es, siempre lo es cuando vives en Argentina—No, no es por eso... Te lo contaré cuando estemos de camino a Madrid.
—También conoceremos a Lilo y Stich... —dijo Cat seriamente mientras asentía con la cabeza. Pobre niña ingenua, no sabe que Lilo y Stich viven en Hawaii.
—Entiendo. Creo que debería irme y, se hace tarde —me levanté rápidamente de la mesa y corrí a la entrada para ir al instituto. Claro que no quiero mudarme, aquí está mi mejor amigo Chesko, lo conozco desde infantil y es el único que me comprende.
...
—¿Por qué tienes esa cara, Joana? —Chesko se sentó a mi lado preocupado.
—Me voy a Madrid... —dije en un hilo de voz. Él de verdad que era muy importante para mí, fue el único que se sentaba a mi lado haciéndome compañía en el recreo, cuando ninguna niña de clase quería jugar conmigo porque no era lo suficientemente guapa como para estar con ellas —no me quiero ir, eres mi mejor amigo...
—Vaya... no – no sé que decir, Joana.... —puso su mano sobre la mía —Supongo que no se puede hacer nada...
—No, no se puede —se levantó y me abrazó mientras las lágrimas de ambos caían.
...
—¡Mamá ya he llegado! —wow. Me quedé paralizada en la entrada. Nos han entrado a robar.
—¡Yo también! —Cat se puso al lado mía —¡Mami, nos han robado los muebles!
—Venir a comer rápido, chicas, tenéis que preparar vuestras cosas para mudarnos —dijo mi madre mientras se secaba el sudor de la frente.
—¡Lilo y Stich! —gritó mi hermanita mientras corría a lavarse las manos.
—Deberías explicarle que Lilo y Stich no viven en Madrid o se desilusionará cuando lleguemos y no estén ahí... —dijo burlonamente. No iba a estar triste todo el día. Estarlo no iba a hacer que nos quedáramos en Argentina.
—Lo dejaré en manos de tu padre, yo no puedo romper la ilusión de Cat, es muy pequeña para mí.
—Sí, además eres pésima diciendo ese tipo de cosas. Aún recuerdo cuando me dijiste que el ratoncito Pérez y el hada no eran novios y que no existían —me reí.
—Boba —me abrazó mientras nos reíamos.
—¿Os vais a quedar ahí paradas o vamos a comer rápido para irnos a Madrid? —dijo Cat con los brazos cruzados y una cara de enfado.
....
Después de comer fui a mi habitación y empecé a guardar todas las cosas importantes en diferentes cajas mientras escuchaba música en Spotify.
Tal vez el cambio no sea tan malo. Tal vez conozca gente nueva y tenga novio. Tal vez mi familia de verdad mejore económicamente y con ello salgamos más a comer fuera o por el estilo.
¡Dios mío! ¡No no no! ¿Cómo pude olvidarme de algo tan importante?
Corrí fuera de mi habitación y caminé a las escaleras en busca de mi madre, y al no encontrarle le grité:
—¿Como piensas hablar español, mamá?
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Para que concuerde con la historia original, la madre de Joana supuestamente solo sabe hablar en argentino, no castellano.
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TE ODIO vecina [Croana]
FanfictionJoana Bianchi por casualidad del destino se muda con su familia a Madrid. Cris a primera vista odia a Joana. Cristina hace que Joana llegue a ser su amiga. Joana quiere, necesita algo más de ella, no simplemente su amistad. Aclaro que esta historia...