I

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Bakugou abrió sus ojos con pesar, su rostro estaba caliente y el paño en su frente ya estaba seco, no evitó levantarse al oír la escandalosa risa de su madre abajo, gruño, esa vieja no podía mantener la boca cerrada ni cuando él enfermaba.

—¡Oi, vieja de mierda, cierra la pu-!—Bajando la escalera, a penas, le gritó a su madre, pero no termino, no por nada, sus ojos se toparon con Ochako junto a su madre comiendo mochis.—¿Qué mierda...?

—¡Ba-Bakugou-kun!—Ochako se sobresalto al verlo. Este frunció el ceño en cuanto la vio, y ella lo noto, claro que sí.

—¡¿Qué mierda haces aquí?!—Caminando con la poca fuerza que tenía se le acercó, ella se levantó de golpe, asustada.—¡Maldita cara...!—Este se vio interrumpido por un mareo repentino. Iba a caer, claro que sí, pero Ochako, a gran velocidad, se acercó a él y lo toco justo a tiempo, elevándolo en el aire.

—¡¿Estás bien, Bakugou-kun?!—Nerviosa no supo que hacer, el chico no tenía buena cara y dejarlo flotando en la sala no se le hacía la mejor idea.—¡M-Mitsuki-san!—Nerviosa vio a la madre, está se levantó para así, darle un golpe en toda la cabeza a su hijo en el aire.—¡¿Mitsuki-san?!—No comprendió aquel acto.

—Puedes desactivar tú quirk, Ochako-chan.—La rubia pidió, la castaña dudo.—Confía en mi.—Ochako asintió, liberando su poder para ver a Katsuki caer en los brazos de su madre.—No importa los años, es un mocoso, mires por donde lo mires.

Ochako apreció como la Bakugou cargaba fácilmente a su hijo hasta el segundo piso.

—Ochako-chan, ¿Podrías subirme un poco de agua en un balde?, Por favor.

—¡Ah, si!—Con prisa vio en la cocina, y recordó.—¿Dónde hay una balde...?—Subio rápidamente para preguntar, la rubia le sonrió, ya había recostado y cubierto a Bakugou en la cama.

—Quedate con Katsuki, iré por el agua.—Dándole una palmadita en el hombro, salió del cuarto dejando ahí a la castaña.

Suspiro cayendo al piso, ¿No se supone que ella sólo iría a dejar los apuntes para Bakugou?, ¿Cómo terminó ahí...?

—Aún así.—No evitó mirar preocupada a Bakugou, el rostro del rubio estaba muy rojo y sudaba bastante, sin mencionar ese ceño fruncido, creía que el pobre sufría.—Bakugou-kun...

No tenían una relación cercana, pero Ochako era incapaz de no sentirse mal de verlo en ese estado. Más cuando en parte fue su culpa que enfermara...

—Gracias por salvarme.—Ella le sonrió al inconsciente Bakugou.—Por favor, mejórate pronto.

—¿Salvarte?—Mitsuki provocó un ligero infarto en Ochako, quien tomó aire.—¿Katsuki te ayudo en algo, Ochako-chan?

—Ah... B-Bueno...—La castaña rasco su cabeza.—Posiblemente soy responsable de su resfriado... Lo siento.

—Uh, eso suena interesante, ¿No quieres contarme más detalles?—En el balde de agua sumergió un paño, y luego de estrujarlo volvió a ponerlo en la frente de Kacchan.—Soy toda oídos, Ochako-chan.

—Huh...—La castaña jugó con su falda, y asintió.—Estabamos entrenado, haciendo parejas para un combate de dos en dos... Me toco junto con Tsuyu-chan, y contra Bakugou-kun y Todoroki-kun.

La castaña suspiro ante aquel suceso.

Estaban en un ambiente algo rocoso, pero bastante húmedo, pues había un gran lago cerca. El combate había durado aproximadamente 5 minutos y aquel dúo, luego de varias discusiones, por parte de Bakugou, claramente, pudo trabajar "bien". Tsuyu y Uraraka estaba realizando el buen plan de lanzar a la castaña contra alguno de los dos para hacerlo flotar y deshaserse de uno al menos.

Pero al parecer los cálculos fueron mal hechos, y Ochako termino tropezando, y cayendo de la montaña donde estaba; por haber estado elevando varias rocas para atacar, no podía elevarse a su misma, provocando un gran peligro hacía ella.

O eso creyó.

—¡Maldita cara redonda!—Ese gritó hizo que abriera los ojos para así observar a Bakugou, gracias a sus explosiones, llegar hasta ella más rápido y lograr lanzarla hacía arriba, siendo atrapada por la lengua de Tsuyu. Bakugou, por otro lado, cayó al lago.

—Y luego de eso enfermo.—Ochako cubrió su rostro.—¡De verdad me disculpo!, No quería provocar esto, fui débil, y por eso quise venir para disculparme y agradecerl-...—Ochako callo ante esa expresión en la madre de Bakugou.

—Así que eso pasó...

Ochako no comprendió porque esa hermosa mujer le sonreía como si su historia hubiera sido sumamente fascinante o adorable.

—S-Si...—La castaña miró la hora en el reloj de pared que Bakugou tenía en su cuarto y se sobresalto.—¡L-Lo siento, Mitsuki-san, debo irme!

—Oh, claro, muchas gracias, y perdón por las molestias, Ochako-chan.—La rubia se levantó y la acompaño a la puerta.

—¡Yo soy quien lo siente!, Espero enserio que Bakugou-kun vuelva pronto a clases.—Sin más que decir y con un dulce gesto, se despidió de la rubia.

Mitsuki se adentro a su hogar al perder de vista a Ochako, su hijo estaba parado en la escalera de brazos cruzados.

—¿Escuchaste todo, no?

—Como si su voz fuera muy suave.—El rubio gruño.—Son escandalosas, las dos.

—Pero tú la salvaste.

—Tch. No por gusto.

—¿Entonces por qué?—Mitsuki cruzó miradas con su hijo.

—Porque eso hace un héroe.—El rubio gruño ante la risa de su madre, apenas se podía en pie, así que como podía sostenía su cabeza mientras se afirmaba de la baranda de la escalera.

—Sabes, creo que Ochako-chan sería una buena novia para ti.—Mitsuki sonrió al verlo descolocado.

—... ¿Ah?—Katsuki se preguntó si es que esa era una mala broma, o la vejez al fin afecto a su madre.—¡No me jodas!

—¿No te gusta?

—¡Claro que no!—El rubio fruncio aún más el ceño, Mitsuki mostró dudas.

—Es muy bonita, ¿No lo crees?—El rubio desvió la mirada.—Casi como un ángel.

—¡Ella es todo menos un puto ángel!—El rubio miró mal a su madre, está sonrió.

—¿Enserio...?—La rubia quería reír a carcajadas, sabía mejor que nadie...

Qué su hijo no se sacrificaba por nadie.

Pero él lo hizo, por ella.

"Porque eso hace un héroe"

Altruimo barato no va con su hijo, y ella lo sabía.

—Invitare a Ochako-chan a venir de nuevo.—Noto como esos ojos rojos se abrían.

—¡¿Ah?!, ¡¿Cómo y por qué harás esa mierda?!

—Tengo su número de teléfono, sin mencionar que se siente muy responsable por ti, y ya que yo debo hacer varias cosas estos días, Ochako-chan podría cuidarte, odiaría dejar a mi dulce retoño solo y vulnerable en casa.—Con fingida preocupación y lágrimas hablo, Bakugou apretó los dientes, sabía mejor que nadie que esas eran mentiras sin ninguna pisca de buena intención.

—Vete a la mierda... ¡No me importa si viene o no!, ¡No la dejare cuidarme!—Clamó, con decisión, seguridad, y un poco de tos.

Aunque eso no importa.

—Hola, Bakugou-kun.—Ochako le sonrió brillante al entrar a su cuarto.

—La puta madre...—Bakugou maldijo a su madre y a los dioses de mierda que tal vez existían.

Una novia para Katsuki | KacchakoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora