Capitulo 28

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Despierto una hora más tarde, en el hospital, en una habitación. Inmediatamente me toco la panza. Por suerte seguía ahi. El alivio es inmenso. Pero el dolor en el cuerpo es terrible. Siento como si me hubiesen dado una paliza...

Sofia: Mal te despertaste -se levanta de su silla- gracias al cielo -me abraza-

Yo: So que pasa? Como está mi bebé? -pregunto preocupada

Sofia: gorda, tuviste una gran pérdida de sangre... tienen que hacerte una cesárea si o si

Yo: no me digas  -me angustio- no quiero que nazca acá en España So

Sofia: no se que decirte... habla con el doctor. -Se que ella también está angustiada, se ve en sus ojos.- ya le aviso que despertaste

Sofia se va y unos minutos después aparece con un hombre de edad avanzada con bata, obviamente es el doctor. Me explica que la cesárea tendría que ser urgente, que yo había perdido demasiada sangre, que necesitaba un donante de ella ya que en la cesárea iba a perder más... Me niego rotundamente a tenerlo en España. Con Sofia intentan hacerme entrar en razón pero no. Yo quiero estar en mi país con mi obstetra y mi mamá.

Doctor: Malina son diez horas de vuelo hasta Buenos Aires

Yo: no me importa doctor, quiero tener a mi hijo en mi país.

Doctor: sólo sería posible en el caso de que salgas ya al aeropuerto y al llegar allá vayas directo a la clinica

Yo: esta bien. Sofi fijate que horarios hay para viajar

Sofia: imaginé que me ibas a preguntar eso- sonríe- hay uno que sale en 40 minutos, y para tu suerte está retrasado.

Doctor: necesitaría que me pases el número de tu obstetra, tengo que hablar con ella, para que al llegar ya esté todo listo y ninguno de los dos corra peligro.

Yo: si, ya te lo doy.

Doctor: te dejo hacer esto porque es un caso especial, donde el paciente no es del país, de lo contrario ya estaríamos en la sala de operación.

Admito que estaba muerta de miedo. Que si pasaba algo no me lo perdonaría nunca más, porque la culpa sería solo mía.
Espero no haber hecho un escándalo en el estadio..

*el doctor sale a hablar por teléfono una vez que le doy el número de mi obstetra*

Yo: hice mucho escándalo? -le pregunto a Sofia

Sofia: no te preocupes por eso ahora

Yo: ni quiero abrir las noticias -digo lamentando-

Sofia: no están tan mal...

Yo: donde están los demás?

Sofia: Martínez Quarta está afuera, no lo dejaron pasar. -sonrie- en realidad lo amenacé para que me deje a mi

Yo: -sonrio- y Exequiel?

Sofia: el fue a cambiarse, aún seguían con la ropa del juego

Yo: mi mamá?

Sofia: tiene un ataque de nervios Malina, yo hable con ella igual...

Yo: voy a llamarla.

*entra el doctor nuevamente a la habitacion*

Doctor: bueno Malina... ya te firmó el alta para que puedas viajar. Seguramente estés muy débil para pararte sola siquiera, asi que mi opción es que viajes en ambulancia hasta el aeropuerto.

Sofia: doctor quiero hablar con usted, a solas por favor. -dice y salen por la puerta-

Al llamar a mi mamá se me cae una que otra lágrima rebelde. La mujer literalmente tenia un ataque de nervios, no me gustaba causar eso en ella. No se queda tranquila al contarle mi decisión. Pero ya no habia vuelta atrás. Ella me esperaría en el aeropuerto.

Mis ojos comienzan a cerrarse. Un sueño atroz invade mi cuerpo. Seguramente debe ser que estoy debil, porque en realidad no quería dormir, pero me costaba mantener los ojos abiertos.

La puerta se abre dejando ver la silueta de Martínez Quarta, aún tenia el conjunto que usó en el juego, y algún que otro resto de sangre. Entra en silencio y se sienta en la silla donde estaba anteriormente Sofia. Me acuesto de costado y nos miramos sin decir nada...

Chino: esta vez si me asusté crei creí que te perdía para siempre, como estas?-pregunta- qué me hiciste?

Yo: por qué? Estoy mejor, tengo sueño pero es normal

Chino: no paro de pensar ni un segundo en vos, te busqué en todos lado Mal, hasta recorrí tu barrio en los horarios que sabia que ibas a algún lado. Pero yo sabia que de alguna manera iba a dar con vos. Y cuando te vi ahí en el estadio y embarazada casi me muero. De felicidad obvio. No me importa nada si estoy con vos.

Yo: pero vos estuviste con ella, cuenta como si me hubiese engañado -me rio de mis propias palabras.

Chino: no fue así. Ella me mintió. Te mintió a vos también. Sabia todo y no supo como retenerme. Cuando me fui de tu departamento esa mañana, fui directo a hablar con ella, le dije todo, pero ya lo sabía, y la mentira del embarazo le duró poco porque yo me rehuse a seguir en la casa. Me fui a vivir a un departamento solo. 

Yo: necesitaste que te deje de verdad para hacer lo que tenías que hacer...

Chino: lo se -dice apenado

Yo: y por qué no me enteré que te habías separado?

Chino: no se, estuvo en todos los canales...

Yo: ah. Pasa que veía tu nombre o tu cara y cambiaba. -el sonríe al escuchar esto-

Chino: me vas a perdonar? Te juro que voy a hacer todo bien.

Yo: no sé chino, me parece que tendrías que aprovechar ahora que andas soltero para disfrutar un toque la vida no?

Chino: vos estas loca? Lo único que quiero es estar con vos, y la bebé que bueno ni si quiera pude estar ahí para cumplirte los antojos ni nada. No se por qué no me dijiste... -Bueno, eso me hace sentir más que mal, yo no lo hice a propósito, es que crei que su mujer estaba embarazada y que iba a hacer-

Yo: veni - le digo y el se acerca. Agarro su mano y la llevo hacia mi vientre, Esperanza se estaba moviendo, en realidad me estaba pegando tremendas paradas, la pobre ya quiere salir.

Chino: -me mira con lagrimas en los ojos y dice- te amo sabes? Las amo

Yo: te amo más que a mi propia vida

Chino: casemosno -dice divertido

Yo: estas loco -me río

Chino: en serio Mal, me quiero casar con vos. Quiero que estemos todo lo que queda de nuestras vidas juntos, que tengamos nietos y hasta nos arruguemos juntos con el paso de los años. De verdad te amo más que a nadie en este mundo.

Yo: estas complemente seguro?

Chino: más que nunca en mi vida. Queres casarte conmigo mi amor?

Yo: -lloro- obvio que me quiero casar con vos, es lo que más quiero en el mundo -me rio- te amo -Se acerca y me besa. Nos abrazamos y el me hace caricias hasta quedar completamente dormida.

Fin.

Engaño (Chino Martinez Quarta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora