Cuando el tiempo se agote

DIA 3

Después de decidir lanzarte el precipicio llega la hora de la verdad, saber si tu impulso no fue lo suficiente y caer en el o si fuiste lo suficientemente fuerte para pasar sobre él y caer al otro extremo para seguir tu camino, el día de hoy sabré si logre atravesarlo o si tendré que buscar una forma de volver a subir a la superficie al haber caído en él.

Claramente la distancia que tenga el abismo también importa si este es muy ancho va a ser más difícil saltarlo pero si no lo es y su espacio es mínimo será mucho más fácil pasar de el.

Hoy es mi primer día en este nuevo colegio, no tengo ni la menor idea de cómo se llama ni tampoco me interesa saberlo, su fachada es de estilo colonial por fuera, con dos grandes edificios a cada uno de sus lados, pero al entrar se puede notar que es muy moderno tiene casilleros en la mayoría de sus pasillos y grandes aulas.

Entre con mamá a la recepción para ver a la directora, con el fin de explicarle toda mi situación como si fuera lo peor del mundo, mamá siendo como siempre tan melodramática, al término de la reunión, su secretaria me dio un papel con mi horario según las clases que yo ya había seleccionado, junto a mi contraseña de locker y un pequeño mapa del lugar. Vamos esto ya es mucho no puede ser tan complicado pasarse por estos pasillos.

Primero decidí ir a mi casillero no se me hizo tan complicado encontrarlo, metí hay mis cosas y solo saque lo necesario para mi clase de... de... ya he perdido mi horario, lo que me faltaba ahora tendré que ir de nuevo a la recepción, gracias pequeña mente de ratón, gracias. Camino entre mis pasos para llegar de nuevo hasta allí.

En la entrada veo a un chico de piel oscura, alto, parado frente a la puerta con un papel en la mano me acerco a él para abrir la puerta cuando me doy cuenta de que es mi horario o buena la hoja en el que estaba escrito el.

- Hola – me acerco– me parece que eso es mío- digo señalando el pedazo de papel.

- Ehh hola si lo siento lo he encontrado tirado en el suelo- me pasa una mirada de pies a cabeza, vaya que era .

- Si... ¿me lo das? tengo que llegar a una clase- en realidad no tenía ganas de estar allí pero estar con aquel chico sola en ese pasillo gigantesco me asusta. El me lo entrega y sonríe al mismo tiempo- gracias.

- Todo un placer corazón, por cierto ¿Cómo te llamas?

- No creo que te interese, ya me tengo que ir por cierto... así que adiós y gracias- volteo y sigo por mi camino aunque no estoy segura si voy en la dirección correcta.

- Espera – grita él y me volteo- tu clase es hacia allá- señala con la mano el sentido contrario.

Oh lo sabía esto ya era demasiado incomodo, no pudo haber sido peor, camino hacia aquella dirección y le vuelvo a dar las gracias al pasar junto a él, dando grandes zancadas para llegar más rápido a mi parada cuando lo escucho.

- Por cierto soy Simón – al voltearme se despide con la .

Mi primera clase había sido biología no ha ido tan mal me he sentado al lado de una chica con grandes gafas, nada fuera de lo común, han explicado el tema y se me ha hecho bastante sencillo, después seguía mi clase de química en ella tampoco nada fuera de lo común, aunque si me toco en el mismo salón que el tipo de la tienda, este se me quedo viendo al entrar al salón pero, no me hablo en el transcurso de ella, ni cruzamos palabra alguna creo que yo le parecía algo extraña o rara tal vez pero eso era lo último que se me cruzaba en mi mente ahora mismo.

Tenía la hora de recreo y decidí ir a la cafetería por algo de comer pues mi madre no me había dejado dinero para comprarme algo afuera así que tuve que ir allí, al entrar me di cuenta inmediatamente de todos los grupos que estaban formados y los clasifique inmediatamente tal y como lo hacía en mi anterior instituto, es algo que no pude evitar.