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El rizado esperó la respuesta del mensaje, quería llegar cuanto antes a la casa del castaño. Una parte de el quería ayudarlo, si, lo amaba, y por ello no permitiría que nadie más lo lastime.

Aprendió una lección, que se quedó con él y lo hará toda la vida. Nunca lastimar el corazón de una persona. Ni siquiera la persona mas cruel del mundo, merece ser lastimada así, porque todos merecemos amor. O así pensaba Aristóteles.

El sonido de su celular lo hizo salir de sus pensamientos y rápidamente leyó el mensaje que había recibido. Era la dirección del castaño. Sonrió y se dispuso a salir de la central de autobuses a buscar algún taxi disponible.

[…]

Admiró el edificio una vez más, era muy bonito por fuera, y se imaginaba que lo era mas por dentro. Ingresó a este y preguntó por Cuauhtémoc López. Rápidamente, le dieron información sobre él, y le pidieron que aguardará en lo que consultaban al joven López si deseaba recibir visitas.

Minutos después, ya se encontraba subiendo por el ascensor.

[…]

—Vengo a ver a Cuauhtémoc López. —la forma brusca en la que lo dijo, asustó un poco a la recepcionista.

—Hay que informarle al joven de su visit-

—Soy su novio, tengo derecho a visitarlo sin avisarle cuando yo quiera. —interrumpió a la chica, caminando hacia el ascensor para ir al departamento de su novio.

La chica un poco asustada por el comportamiento de aquel hombre, llamó a seguridad de inmediato.

Fall in love #3 ➳AristemoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora