esto no lo escribí yo.

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Es un texto que me regaló una profesora de mi colegio. Al principio no le había prestado mucha atención, pero un día, cuando estaba super triste, lo leí y me hizo reflexionar bastante.
Espero que les guste
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"A todos nos abandonaron un día, y cuando digo abandonar, no me refiero sólo a un acto extraordinario, traumático. No, es más simple. Pero duele igual.

A todos nos abandonaron en el medio de un quilombo, en el inicio de un proyecto, en el placer del logro cumplido. En el momento menos pensado, en el momento más esperado.

A veces pasa, que te das vuelta y no tenes quién te junte los mocos, quién te de la palmada en la espalda, quién te guiñe el ojo cuando algo te salio bien o quién te Cure las rodillas cuando te fuiste al pasto.

Todos sabemos de la soledad que se siente cuando nos sentimos solos, porque todos fuimos abandonados un día.

Y entonces, encontramos un secreto tristísimo, un acto paliativo, para tapar ese pozo.

Vemos gente que se come la angustia tragandose un paquete de cigarrillos, el otro que corre y corre, como un loco, a ver si el viento en la cara le vuela ese agujero en el pecho.
Personas que se comen las uñas, junto con los nervios y la ansiedad paralizante.

Paquetes de galletitas que van a parar a la boca, sin noción de que lo que se intenta matar, no es el hambre. O por lo menos, no ése.

Pibes que se perforan la nariz y las venas, con alguna que otra cosa que los pase a otra realidad por un par de horas. El otro se pone a jugar lo que no tiene. Y yo, me quedo mirando una pelicula que me habilita, disimuladamente, a llorar mirando afuera, lo que no tengo ganas de mirar adentró.

Es que somos tan jodidos con nosotros mismos, que cuando peor estamos, más nos castigamos.

Porque todo eso que te comes, te come a vos. Te pone peor. Te suma al abandonó, la culpa de hacer algo que sabes que no es genuino. Que no es lo que queres.

No comes así por hambre. No corres así por deporte, cuando te estas rajando de vos. No te intoxicas así por placer. No te acostas con esa mina por amor.

Tapas. Escondes. Tiras abajo de la alfombra. Cerras los ojos. Te pones un bozal y un par de auriculares para no escuchar tu corazón.

Date cuenta. Te estas comiendo a vos. Y quizás el secreto esta en frenar. En sentir. En recordar que en ese abandono, lo que te falta es lo que tenes que buscar. Amor. Quizás sea hora de pedir ese abrazo. De acostarte en las rodillas de mamá. De poner la pava y llamar, diciendo si, te juro que te necesitó.

Es ahora. Después no. Ahora. Anda a esa casa. Habla con quien te quiere. Escucha. Llora. Grita. Deci. Vomita. Pedí. Da. Ahora.

Hacer malabares en medio del despelote, no te devuelve más que un resultado despelotado. Resultado que no va a curar la herida que te sangra, porque le estás poniendo una curita. Las curitas no curan. Las curitas tapan. Y vos sabes muy bien que dolor tapado, no es dolor sanado.

Para un poquito. Mira en el espejo de tu alma. Frena. Mira lo que te falta y anda buscalo donde creas que lo vas a encontrar.

De verdad. No revolotees como mosca en plata vacíos. Pedí lo que necesitas si crees que solo no podes.

Porque no hay peor abandono que el que se hace a unos mismo. Con eso si que no se jode. No tenes derecho"

mi verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora