-¡Sam apúrate, que se hace tarde!- Escucho a mi tía gritar desde la escalera.
--Ya voy, ya voy, no me grites- abro los ojos y la luz parece clavarme mil agujas en los ojos- porque no cerre la cortina- digo mientras me dirijo al baño, como un zombie para darme una ducha rapida
Hoy viajo a España, me voy de intercambio a otra escuela. No estoy muy emocionada con este viaje, porque voy a estar sola, no conozco a nadie, y lo peor es que es una escuela mixta, yo siempre fui a escuelas para mujeres. Y tengo problemas para llevarme con los chicos, para ser más exacta los detesto, ¿la razon? ni yo la se no pregunten.
-¡Samanta Vega, baja en este mismo instante que no vas a llegar!- me grita de nuevo
-¡Ya salgo, 5 minutos más!- le respondo del mismo modo.
Me enjuago rápido, me paso la toalla por todo el cuerpo, me visto con unos jeans negros, un buzo gris, mis converse favoritas y bajo.
-Buenos días - digo algo agitada
-Buenos días Sam, apurate en come esto rápido así te llevo al aeropuerto- me dice, mientras me da un plato con cereales y leche.
-Bueno gracias, espera, y mi boleto?
-Lo dejaste en tu cuarto seguramente, deja que la voy a buscar, tu agarra las llaves del auto y enciéndelo- me responde mientras sube como una rayo las escaleras.
Termino de comer, lavo el plato, agarro las llaves y le doy una última mirada a la casa. No puedo creer que me vaya por 1 años a Londres, igual mucho no voy a extrañar, solo a mi tía, pero lo demas me da igual, como o no tengo amigos, todos me tratan "diferente" para decirlo sutil, porque soy diferente, o asi lo explico yo.
-Vamos?- me pregunta mi tía sacandome de mis pensamientos.
-Si vamos- me abrocho el cinturón de seguridad.
Después de una hora conduciendo y escuchando un poco de musica, llegamos al aeropuerto. Saco mis valijas del auto, agarro mi boleto y me despido de mi tía.
-Bueno… supongo que…-empiezo a hablar y ella me abraza.
-Te voy a extrañar mucho Sam- me dice, y empiezo a llorar.
Siempre fui muy mala para las despedidas, y no verla por un año es demasiado para mí ya que estuve con ella desde que tengo memoria.
-Yo también tía- le digo mientras nos soltamos y me limpio las lagrimas.
-Cuídate mucho, te voy a llamar todos los días para ver como estas, no te olvides- se limpia las lagrimas ella tambien
-Estare muy ocupada, no te enojes si no te contesto
-Bueno, bueno, ya vete que se te hace tarde- me dice y me da otro abrazo y dos besos en las mejillas.
-Hasta pronto- le digo y me alejo.
Una mujer me extiende la mano con una sonrisa muy agradable, para que le de mi boleto. Se lo di y le devolví la sonrisa.
Empecé a caminar por el estrecho e interminable pasillo, hasta llegar al avión. Yo estaba en clase económica, asi que busque mi asiento, me relaje, me puse los auriculares y me dormi.