-¡Dylan llegaste! Pensé que estarías aquí mañana- grita Victoria
-Es que tome un vuelo antes porque no soportabas mas a mi madre y su empalagoso novio nuevo- dice volteando los ojos.
-Hay no digas eso de él que es muy buena onda- le dice Victoria golpeándolo en el brazo juguetonamente- Ah Dylan ella es Sam, Sam el es Dylan mi mejor amigo-nos presenta.
-Hola- le digo y le extiendo la mano, ignorando por completo lo sucedido anteriormente.
-Hola Sam- me dice y me da un beso en la mejilla rápidamente, ignorando por completo mi mano.
Instintivamente me limpio la mejilla, ¿Cómo se atrevía?, yo nunca saludo a las personas así, menos a los chicos. Eso me hizo molestarme más con él.
Abro la puerta y me meto a mi habitación dejándolos a ellos a fuera. Genial, tiene que estudiar justo en la misma escuela que yo, y encima es el mejor amigo de Victoria, eso quiere decir que lo tendré que ver seguido. Estoy tan molesta. ¿Esto es obra del destino? Puto destino.
Sacudí mi cabeza para sacar esos pensamientos, y me acorde que la señara que me explico el lugar me dijo que había una piscina, al menos una cosa buena me pasa. A mí lo que más me gusta hacer además de actuar es nadar, pero lo hago más cuando estoy molesta, como ahora. Así que agarre mi bolso, metí la maya y todas las cosas de natación y me dirigí hacia la piscina, espero encontrarla rápido y de paso conozco mas la escuela.
Cuando salgo veo que Victoria y Dylan no están, seguramente se fueron a algún lugar a hablar. Mejor para mí así no tengo que aguantarlo. Empecé a caminar y recorrer el lugar, es muy grande, un campus verdaderamente enorme, y cada vez hay más chicos y chicas llegando, claro es viernes y ya el lunes empiezan las clases, voy a tomar el fin de semana para informarme de todo el lugar y todos mis horarios de clases.
Cuando me doy cuenta, me perdí, -no encuentro la piscina y tampoco puedo volver porque no encuentro los dormitorios ¿que más me puede pasar?- digo mirando al cielo
-Empezar a hablar sola- dice una vos conocida
Me volteo para encontrarme con un chico de pelo todo revuelto, si es Dylan.
-No estoy hablando sola- le digo y lo fulmino con la mirada.
-que yo sepa no hay nadie contigo, o espera, ¿es invisible?- dice y mueve los brazos como si buscara algo.
-Eres un idiota- le digo enojada e intento irme, pero él me agarra del brazo.
-Espera espera, era solo una broma, no te lo tomes tan a pecho- me dice sonriendo.
-Me tengo que ir- le digo y trato de soltarme pero no lo logro.
-¿A dónde?, te acompaño- trata de decir, pero yo me suelto y sigo caminando.
-¡¿No estabas perdida!?- grita ya por la distancia entre nosotros.
Me detengo-mierda, tiene razón, si sigo caminando, solo me perderé mas-murmuro.
-Está bien, puedes acompañarme- le digo seria
Viene corriendo a mi lado y seguimos caminando.
-Y, A dónde quiere llegar señorita
A la piscina-digo con la mirada fija en el suelo, esto de hablar con chicos me incomoda demasiado
-Ah pero eso está del otro lado- me dice riendo
-¿Y ahora me lo dices?- le digo levantando la voz.
-Es que recién me dijiste a donde estas yendo genia- me responde sarcástico.
-Sabes ya no quiero ir a la piscina, voy a volver a los dormitorios, chau- le digo y trato de alejarme
-¿Siquiera sabes donde están?- me pregunta y me agarra del brazo.
Que con esa maldita maña de agarrarme del brazo.
-No pero puedo encontrarlos sola, ahora suéltame- le respondo, tratando de soltarme sin ningún logro.
-Ya, deja tu condenado orgullo, si no sabes cómo llegar solo pide ayuda niña- me dice y me suelta.
-No necesito tu ayuda y no me llames niña ¿entendiste?- le grito
-Está bien, piérdete- me dice mientras se pone las manos en los bolsillos del pantalón y se aleja.
Empiezo a caminar sin rumbo y veo una cafeteria-Perfecto, nececito un cafe-entro y pido un capuccino, busco un asiento y me relajo. Mientras tomo mi capuccino, veo hacia la puerta, solo para encontrar a Victoria y a Dylan-Esto solo me puede pasar a mi.
